Hace unos días tuvo lugar en la blogsfera un hecho relevante: los responsables de tres de los blogs más influyentes y respetados en lengua castellana, La Gran Pantalla, La Guarida del Eremita y éste que ahora visitan, (por cierto, los dos primeros han sido galardonados recientemente con sendos premios honoríficos por su labor divulgativa en pro del séptimo arte, mientras que no deja de ser desolador que tras más de cinco años en el ciberespacio, El Blog del Tirador Solitario no haya recibido ni el Trofeo de la Galleta), mantuvieron una estimulante y docta controversia a cuenta de la inmortal película de Alfred Hitchcok, Vértigo. Por supuesto fue un lance de guante blanco y nuestros floretes sólo se cruzaron de forma virtual (y menos estando una dama de por medio, ya que desde que vi a Unma Thurman en Kill Bill, no me fío de lo que pueda ocurrir; no así en el caso de un hipotético duelo a primera sangre con el Sr. Cahiers, que tiene una técnica de esgrima bastante predecible).
A la mañana siguiente (¡buena película de Lumet!), no tuve otra manera mejor de empezar el día que reflexionando porque me gusta tanto, me entusiasma, me abruma el filme en cuestión. Y recordé como Vértigo ha estado presente en momentos cinéfilos-personales de mi vida.
Veamos: cuando en Enero de 2003 realicé el gran paso del VHS al DVD, adquiriendo un estupendo Home Cinema Philips (que por cierto, fue instalado por el Sr. Cahiers, lo que agradezco desde aquí publicamente), el primer largometraje que visioné fue Vertigo, el primer dvd-disc que adquirí al módico precio de 30 €, así que se pueden imaginar, cuando ese viernes a las 10 de la noche aparecieron en la pantalla (en este caso no tan grande) esos colores, esa fotografía en Vistavision, y por los cinco altavoces, más el subwoofer, recién instalados, la música, la memorable banda sonora de Bernard Hermann, más la historia de Scooty con las dos Kim Novak...pues eso, ni el LSD, ni la ayahuasca, ni el peyote, ni el San Pedro, me hubieran hecho volar tan lejos.
Ahí no acaba la cosa. En diciembre de 2005 me instalé en mi recién adquirido apartamento (una preciosidad, por la ventana de la biblioteca disfruto de la sugerente visión de las plácidas aguas mediterráneas y por la del salón se asoman los picachos nevados de la Penibética; aquí tienen ustedes su casa) y se pueden imaginar la película elegida para inaugurar mi nueva vivienda...exacto, Vértigo volvió a a estar de nuevo presente, eso sí, esta vez en otra copia de dvd, ya que la anterior tenía la peculiaridad de estar subtitulada en todos los idiomas posibles, desde el suomi finés hasta el sánscrito, pero no en español. En este caso el disco ya sólo me costó 10 € en el quiosco, pero los efectos de su contemplación volvieron a ser los mismos de si un viaje iniciático se tratara.
Y es que Vértigo tiene algo que me embelesa a la vez que me perturba, una flor del mal, la definió una vez Juan Tébar. Y es el amor, que invade y nubla la razón y el alma de Scottie, cuando cree encontrar un trasunto de su amada y la peina, la viste, la engalana...para que sea Madeleine. Y cuando por fin aparece en el restaurante, surgiendo como una aparición, James Stewart la mira desbordado, asombrado, asustado, viviendo en su interior lo más parecido a la noche oscura del alma...porque lo ha conseguido, Madeleine es Eurídice, es la Bella Durmiente, es Blancanieves, es Inger a la que Johanes ha devuelto la vida. Pero ese amor no es posible, no es humano, es sobrenatural, es el misterio más inaprensible y por lo tanto inalcanzable, de ahí el terrible fatum que aguarda.
Tengo pendiente una nueva visión de Vértigo, está vez con un plasma de 37 pulgadas y un amplificador Yamaha aún mejor que mi antiguo y entrañable home cinema. Pero casi tengo miedo de verla. Miedo a que el viaje que me aguarde tras una nueva contemplación sea demasiado inefable. Miedo a que la película me golpee, me coja de las solapas, descargue en mí como si fuera una tormenta eléctrica, me suba a los cielos y me baje a los infiernos. Y que al final, tras contemplarla de nuevo, me deje en el alma el hondo pesar, la infinita tristeza, de no haber sentido nunca ese amor sobrenatural, esa dulce lanzada siniestra, que una bendita o terrible tarde, acechaba a Scottie; disfrazada de Madeleine, envuelta en Kim Novak...
25 comentarios:
Uf, los títulos de crédito de Saul Bass. Una entrada maestra para una obra maestra. Yo siempre quise ser Saul Bass. Recomiendo también sus créditos para "Con la muerte en los talones".Borgo.
Mi dominio del arte de la esgrima es tan grande como mis conocimientos en física cuántica, pero un reto al Fifa de EA Sport no se lo negaría.
Yo no tengo ninguna intención de retarte a ti a nada, ni a Cahiers tampoco... De momento.
Pero como sigo siendo una dama, intentaré, con mucho sacrificio de mi tiempo libre, revisar yo también la dichosa película. Y si tengo que rectificar en mi criterio... ya veremos.
Y que conste que yo a Saul Bass no le cuestiono su genialidad, ni que estuviera loca. Ni al bueno de Bernard tampoco.
Y que conste aquí además que yo también he visto "Kill Bill" (y "Kill Bill 2").
Ah, y te otorgo con todos los honores el Trofeo de la Galleta. Y que lo disfrutes,
Buena elección para estrenar el DVD sin duda, peliculón con mayúsculas.
Tres duelistas de altura veo que se juntaron, aunque espero que respetasen ustedes a nuestra querida Clementine, toda una dama y sabie, además, en estas cosas de La Gran Pantalla
saludos
Eso se lo puedo garantizar, amigo JLin, pues somos caballeros íntegros que no dudamos acudir al rescate de alguna damisela en apuros. Realmente somos de otro siglo, especialmente el Tirador.
Eso que dices no lo pongo yo en duda, Cahiers.
Pero, por si acaso, bueno es que sepáis que me ha salido este caballero andante de nombre JLin.
¡Bueno, ya veo que esto ha estado animadísimo! como debe ser...
Bien, las damas primero, y es que me tranquiliza sobremanera, que Lady Clementine reafirme publicamente su idea de no retarnos a duelo al bueno de Cahiers y al que escribe, no tenga usted el menor cuidado Sir Jlin, ya que "Mortimer" Cahiers y el Tirador somos hidalgos de vieja y noble estirpe, pero me da la sensación que nuestra heroína se basta y sobra para ponernos en fuga si se lo propone.
Eso sí Sr. Cahiers, yo no alardería tanto de su maestría en el FIFA, no querrá que tiré de estadísticas...
Y perdona, Miquel Zueras, que con tanta justa, tanta dama, y tanto doncel, me estaba olvidando del que ha tenido la gentileza de asomar el primer comentario. Por cierto, preguntarte que te parecen los títulos de "Atrápame si puedes" que me encantan, junto con la BSO de Williams.
¡Ah! Y agradecer publicamente la concesión del Trofeo de la Galleta que si no lo saben es un auténtico y dignísimo galardón futbolístico.
Y dicho lo cual...¿A alguien le ha gustado esta entrada?
¡A mí, a mí! Has expuesto muy bien los motivos por los que te entusiasma esta película, todas y cada una de las veces que la has visto... Y las que te quedan.
Otra cosa es que yo esté de acuerdo contigo. Pero mira, Cahiers y tú habéis conseguido (tenéis, tenéis tesón, sí) que me la vuelva a ver para comprobar esa grandeza. Pero os cambio ese visionado mío por el vuestro de "Muerte en Venecia".
Ahí dejo eso.
Pues desde aquí proclamo publicamente, que recojo el guante y que en breve visionaré Muerte en Venecia, y la mantendré informada.
¡Y gracias por sus palabras!
Ja,ja,ja,ja,ja... Tire, tire usted de estadisticas!!!!
Por supuesto que estadísticas, en las que habrán sido depurados convenientemente aquellos campeonatos conseguidos con malas artes o de forma irregular...
También recuerdo cuando se instaló aquel primer Home Cinema y el señor Cahiers lo animaba a que subiera el volumen diciendo: Dale caña tirador, dale caña!!
Excelente elección de elegir la película vértigo para estrenar el aparato...y sé que expongo mi vida al hacer esa afirmación, pero asumo el riesgo. saludos.
Sí, sí, Capitán Araña, y tanta caña le dimos que los cristales resonaban...
No se preocupe, las justas cinematográficas son incruentas, y salvo las fanfarronadas del Sr. Cahiers con el FIFA, no ha llegado la sangre al río...
Querido Tirador: Vértigo es genial quien lo duda, pero de ahí a convertirla en una especie de hilo conductor de nuestras vidas...la verdad que quiere que le diga. Espero que no estemos ante un fenómeno tan lamentable como el del Señor Cahiers con Blade Runner, porque a la postre resulta algo cargante. Mi opinión... pues la verdad... Scooty se comporta como un auténtico chiflado, le encanta ese rollo de la transformación en plan pigmalión porque se ve que a ciertos tios les puede eso de moldear a su amada como arcilla, y su necrofilia solo la supera Francoise Truffaut en "La habitación verde". En fin se que decirle esto es casi un insulto pero alguien tenía que hacerlo señor Tirador.
Un fuerte abrazo.
Amiga anónima.
Mi querida y anónima amiga, no es que pretenda justificar al bueno de Scottie, a quien desde luego se le nubla el juicio, pero es que al pobre se le cruza Kim Novak no una, sino dos veces; claro el podía haber llevado una vida más tranquila con su amiga la pintora Midge, pero...
En fin, no se preocupe, que mi admiración por el filme, no llega al extremo de estar en máxima alerta las 24 horas, por si aparece alguna beldad rubia a la que salvar.
(Y por cierto, me han dado unas ganas enormes de volver a ver "La habitación verde"...)
Ya estoy aquí. Con "Vértigo" recién vista... una vez más. Y digo...
Que me parece una película correcta, bien hecha, muy de Hitchcok, y creo que sobre esto no dije nada en contra.
Pero... me sigue sin enganchar la historia. Sí, Kim Novak está guapísima, y cuándo no, y James Stewart muy elegante, pero no me acaba de convencer como historia de amor, no la acabo de compartir con ellos dos. Y me considero bastante romántica. "Cumbres Borrascosas", "Breve encuentro", "Memorias de África"... me transmiten grandes historias de amor.
Pero ésta no. Y además, no me gusta ese final tan brusco que, por cierto, ¿sabes que existe otro final rodado de esta película, que a mí me convence mucho más?
Con lo cual, mantengo mi veredicto: no la considero una obra maestra.
Ah, y no he visto en la película ni una sola secuoya... Vale, vale, esto último no es cierto.
Saludos, gran amigo de Dreyer.
Bueno, ante todo, mi querida amiga, usted salda la deuda de honor antes que yo la mía. Muy bien, 1-0 y Zamora de portero.
Y mire, para que vea que no soy ese integrista cinéfilo a ratos perdidos, que ha apuntado por algún sitio de forma ladina el Sr. Cahiers, le admito que el final es ligeramente brusco, quizás por el fatum que se persigue; eso sí no tenía ni idea del final alternativo, y lo voy a buscar por ahí a ver que encuentro (o usted me lo cuenta, como prefiera).
Y también puedo aceptar que si la historia no te engancha ni te atrapa...pues no hay mucho que hacer (espero que haya visionado la película de forma correcta y sosegada, con iluminación apropiada, ni pausas inoportunas por llamadas de teléfono, o visitas a la nevera).
De todos modos, le acepto, le admito otro tanto (hoy estoy de una generosidad preocupante) y es que yo no soy objetivo con esta película, porque me hipnotiza desde su primer fotograma; y recuerdo cuando en una visita a La Gran Pantalla, cuando Milagro en Milan, comentaba que no me terminaba de enganchar la historia, y me recomendaste que la próxima vez que la visionara fuera con los ojos de Totó.
Pues eso me pasa con Vertigo, que la veo con los ojos de Scottie, claro cuando aparece Kim Novak, luciendo esa espalda...pues eso..
Ah, te tomo el guante de filmes románticos , ahí van mis tres favoritos (Vértigo esta fuera de concurso):
-Historia del último crisantemo
-El bazar de las sorpresas
-Carta de una desconocida
(Ya me contarás, lo mismo hasta no estamos de acuerdo, para seguir las sanas costumbres).
Y nada más, siempre mis respetos, y un placer ver de nuevo por este post, aparecer la calesa...
Muy correcto en todo, Tirador, seguro que Cahiers no le pone ninguna pega a esta última exposición tuya.
El final alternativo de Vértigo te lo explica perfectamente Dickson en la entrada de su blog "Los ojos del kinetoscopio" (en mi lista de blogs de La Gran Pantalla). A él también le apasiona esta película y ahí estoy yo también discrepando. Qué quieres, no va a ser contigo sólo...
La película la he visto correctamente, muy tranquila, bien iluminada, sin pausas ni visitas a la nevera, y con mis mejores intenciones. A lo mejor si en lugar de Kim Novak hubiera sido Robert Redford, no tendría yo estas discrepancias, quién sabe.
En cuanto a tus tres favoritas románticas, poco puedo decir. La del crisantemo no la he visto y "El bazar de las sorpresas" (James Stewart de nuevo)la vi hace mucho y tendría que revisarla para darte una opinión justa. Pero, oh sorpresa, estoy muy de acuerdo contigo en lo referente a "Carta de una desconocida", ésta sí que sí.
Un placer para mí también el visitarte y allí te espero... en Venecia.
De las tres que citas mi favorita sin duda es Breve encuentro, una película prodigiosa, y fíjate, mientras te lo comento, no sé porqué, estoy pensando en "Lo que queda del día", quizás por aquello del amor perdido o no alcanzado...la verdad es que adoro esa película (en esa época yo veía esas películas también por Emma Thompson, de la que estaba locamente enamorado, para chanzas del sr. Cahiers, que no entendía mi veneración por esa dama)...
Bueno, a lo que iba, que como esta tarde no juega el Athletic, seguramente me escape a Venecia, eso sí, si coincidimos, yo pago al gondolero (no admito un no por respuesta)
También me vale "Lo que queda del día", además una película maravillosa donde ella está genial. Y para Hopkins no tengo palabras, es mi interpretación favorita de este actor.
Y sí, sí, paga tú al gondolero. Y las copas si quieres también, yo me dejo.
Hasta Venecia, entonces.
¡Ya de vuelta de los canales!
Mi querida amiga, no será Muerte en Venecia mi película favorita, pero si he visto, y he disfrutado de un filme de una gran belleza, que refleja los tormentos, la fragilidad, los obsesiones del alma de un genio.
Además, me ha pasado que teniendo esta película cierta fama de ser lenta y/o aburrida, la he empezado a ver, y de repente me fijo en el reloj del dvd y habían pasado 55 minutos, y se me habían ido en un suspiro...
Y otra cosa, al terminar de verla pensaba, ¿Cómo hubiera sido esta historia narrada, plasmada en cine por Max Ophuls?
Luego me pasaré por La gran pantalla, para ponderarla como merece.
¡Por cierto, los martinis compartidos en San Marcos, estupendos!
Mis respetos, Milady...
Me alegro de que la hayas disfrutado en todo lo que vale. A mí me pasa con esta película lo que a ti con Kim Novak, que me quedo ya hipnotizada sólo con la música. Y encima con ese Dirk Bogarde tan, tan perfecto...
Max Ophuls hubiera hecho una película distinta a la de Visconti, pero seguro que también maravillosa, como ya demostró con "Carta de una desnocida". Te recomiendo también el libro en el que está basada "Carta...", de Stefan Zweig, con este material escrito es más fácil hacer una película así.
Muy buenos, sí, esos martinis y mis respetos, Milord. Realmente se pueden hacer tratos contigo.
Besos.
Es que pienso que Max Ophuls se hubiera encontrado muy cómodo en esa historia, en esos ribetes aristocráticos, en ese aire decadente, en ese refinamiento, y pienso en como hubieran sido esos movimientos de cámara tan, tan, elegantes que siempre ha hecho.
Siendo Carta de una desconocida la película suya que más me gusta, me encanta Lola Montes, y Madame de..., y esa delicia que es La Ronda.
Por cierto no es la primera vez que escucho lo estupenda que es la obra de Zweig, así que lo tendré muy en cuenta.
A sus pies, Milady, y disculpe los torpes y atropellados halagos dedicados a vos en La Gran Pantalla...
Yo conozco a Zweig gracias a mi madre, que tiene varios libros de él. Y cuando vi en una librería el de "Carta..." me lo compré sin dudarlo y realmente me encantó.
Y no te disculpes por tus halagos hacia mí que ni son torpes ni atropellados. Ahora, exagerados... Hasta el infinito y más allá.
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