domingo, 8 de mayo de 2011

Más allá de las columnas de Hércules...

Las Corrientes Utópicas son unos de los fenómenos más interesantes del pensamiento y la literatura de los siglos XVI y XVII. Tomás Moro con su Utopía, Tomás Campanella con la Ciudad del Sol, y Francis Bacon y La Nueva Atlántida jalonan con distintos matices, (sociales y metafísicos en los dos primeros, más científicos en el caso de Bacon) esta moda que no deja de ser, de forma ejemplar, hija de su tiempo, del humanismo más renacentista, y casi antesala de la Ilustración. 

En el curso 1985-86, yo estudiaba segundo de Historia en la Facultad de Letras de Granada, y una de las asignaturas era Historia de la Filosofía Moderna, en la que tuve el privilegio de poder asistir a las clases, a las extraordinarias clases de don Manuel Pérez Tapia, creo que seguramente, el mejor profesor que haya tenido nunca. Alegre, jovial, sabía conjugar la amenidad con la excelencia que merecía esa fascinante materia. De ese modo, las tardes de martes y jueves en el Auditorio Uno, eran para el que escribe, una auténtica maravilla, algo que recordaré de por vida con enorme agrado.
Aún conservo esos apuntes, como oro en paño, de los que he extraído la introducción del post

En realidad las tres obras señaladas no dejan de ser deudoras de Platón, que en sus diálogos, el Timeo y el Critias, nos cuenta la extraordinaria historia de la Atlántida, para igualmente ofrecernos su modelo de sociedad ideal, la sociedad perfecta, que es lo que Moro, Bacon y Campanella dibujan según sus preferencias y anhelos.
Pero lo que más me ha interesado siempre de la obra de Platón, no es tanto sus especulaciones sociales, sino la descomunal fuerza de ese relato, de esa crónica, de esa leyenda...

En aquellos tiempos, nueve mil años antes de Solón...el océano Atlántico podía atravesarse, porque había una isla más allá de las columnas de Hércules; esta isla era más grande que Libia y Asia juntas, y desde ella los hombres de entonces podían pasar a las otras islas y al continente que se hallaba frente a ellas...
Esa introducción ya nos está relatando cosas asombrosas, cosas que cambian por completo nuestra concepción convencional de la Historia.


Platón está dando una referencia concreta, en espacio y tiempo.Nada menos que hacia el 9.560 a. C, y situada en pleno Atlántico, (las columnas de Hércules son el estrecho de Gibraltar), y de una extensión respetable sumando el Asia Menor, que era el Asia conocida por los griegos y el norte de África (Libia).
Pero si se han apercibido, Platón describe que los atlantes podían pasar a las otras islas y al continente que se hallaba ante ellas...es decir, Platón pudo fabular con esa isla legendaria...pero lo que no pudo era inventarse nada menos que el continente americano ¡un milenio antes de su descubrimiento!.
Y por supuesto el hecho de que nos describa una supercivilización, anterior al Neolítico, que además de su isla-continente, gobernaba Egipto, tal y como narra Platón en párrafos posteriores.
Ahí está la almendra, la madre del cordero...no es casualidad que a Solón, el secreto de la Atlántida le sea revelado nada menos que por los sacerdotes egipcios...

Pero si fascinante es esa parte del relato, no deja de ser ya definitivo el final de ese imperio:

Transcurrido un tiempo, luego de un violento terremoto y un extraordinario diluvio, en un día y una noche terrible, se hundió todo a un tiempo bajo la tierra y la isla de la Atlántida desapareció del mismo modo, hundiéndose en el mar.

Ese final, tan trágico, tan poético, tan terrible, tiene además la virtud de mostrarnos, una vez más, la ineludible certeza de que las civilizaciones son mortales, y a los que nos entusiasma la heterodoxia más osada, nos ofrece más elementos para poner en solfa la historiografía, porque ...

  • ¿Por qué en las tradiciones de la antigüedad, desde la Biblia a Gilgamesh, de los Mayas a la India, está grabada a sangre y fuego la idea de un cataclismo universal, de un diluvio que destruye la  civilización, y pone fin a la mítica Edad de Oro?
  • ¿Por qué a partir de la fecha señalada en el relato, 10.000 a. C., cambia el clima en el planeta, y concluyen las eras glaciares?    
  • ¿Cómo se puede explicar el salto del Neolítico a las grandes culturas?
  • ¿Como es posible construir un complejo como el de Gizeh, con un conocimiento de ingeniería y matemática desconcertante?
  • ¿No deja de ser una enorme curiosidad, que la forma piramidal sea una obsesión, un leitmotiv, que se repite de Mesopotamia a México, pasando por Egipto?



Y es que en esa utopía, en ese relato de Platón, quien sabe si está la clave de nuestra historia, de nuestro pasado, la carta maestra que nos queda por descubrir, el seis doble, el eslabón perdido de nuestro conocimiento.

Ya después de que Heinrich Schielmann demostrara que Troya no era una simple leyenda, una ensoñación de Homero y su Iliada (algo que se daba por sentado en el siglo XIX) no estaría de más permanecer expectantes, en continuo estado de vigilia, porque como le gustaba repetir de forma tan lúcida al gran Andrew Tomas, we are not the first...

13 comentarios:

Music teacher dijo...

Estimado Tirador:

Me ha dejado usted impresionada!! Todavía recuerdo aquellos tiempos, en los que no contaba con más de 10 u 11 años, y le pedía antes de dormir que me contara historias de la Atlántida.
Me siguen fascinando igual ahora que entonces, porque como usted dice, siento con certeza que nosotros, no somos los primeros.

Feliz semana de la Utopía.

Layna dijo...

¡Como se nota que eres historiador!!! ¡Eres una fuente de conocimientos inagotable!!! Todas esas preguntas que planteas con respuesta incierta siempre me han dado que pensar.
Entrañable la imagen de contar historias de Atlántida antes de dormir Al Capitán Araña
Feliz semana de la Utopía!!

miquel zueras dijo...

También a mí me hubiera gustado que me contaran esas historias antes de dormir, igual ahora no tendría insomnio. Los aborígenes australianos dicen que la Tierra sería arrasada siete veces y que la última un gran diluvio fue la causa. La universalidad del diluvio es evidente. Borgo.

natsnoC dijo...

Interesante post para inaugurar la semana (tu post y el de key han sido los más tempranos). Me ha gustado mucho, tanto el homenaje a tu profesor de Historia de la Filosofía como el análisis de la obra de Platón y la manera de relacionarlo con las otras grandes obras sobre el tema.

No me atrevo a contestar a las preguntas que planteas, la verdad, porque no sé cómo hacerlo. Pero me están dando qué pensar.

Ah, y feliz semana de la utopia, que me ha gustado eso también

La Novia era yo. dijo...

Enhorabuena Señor Tirador, es bien sabido entre nuestros conocidos que usted es uno de los máximos conocedores y estudiosos del continente perdido de la Atlántida al igual que de otros muchísimos temas. Nuestros buenos amigos de la blogosfera ya irán poco a poco descubriendo (muchos ya se han dado cuenta)que el señor Tirador es una fuente inagotable de conocimiento. A muchos nos hubiera gustado que se dedicara a la investigación o a la enseñanza por sus enormes capacidades y carácter afable y comunicativo, pero el destino lo ha llevado por los caminos de la burocracia...
Un fuerte abrazo a todos y feliz semana de la Utopía.

Pepe Cahiers dijo...

Este artículo me ha hecho recordar viejos tiempos, tiempos de libros como "El secreto de la Atlántida" de Charles Berlitz o, creo que era, "Nuestros ascendientes llegados del Cosmos" de Chatelain, aquel libro que nos enfrascó en aquel famoso debate a micrófono abierto con aquel infernal lio de fechas. ¡Qué tiempos aquellos!

El Tirador Solitario dijo...

¡¡Feliz Semana de la Utopía, amigos!!

Ante todo agradecer publicamente la labor de natsnoC, que ha sido el artífice de este estimulante proyecto, y que lo ha trabajado muy bien.

Tiene razón, Capitán Araña, esas historias eran, son estupendas, y sobre todo cuando hay quien las quiere escuchar con agrado.
Un beso, mi capitán.

¡Qué exagerada eres amiga, Layna! Pero para mí es un inmenso placer que te haya interesado el misterio de la Atlántida.
Ahora me paso por tu oasis, que no es mal sitio.
Un beso,Layna.

Es cierto, Miquel, la idea del diluvio es algo tan universal que a mi al menos me inquieta.
Al decir lo de los aborígenes australianos he recordado una extraña película: La última ola, de Peter Weir, que ahonda en estos asuntos...
Un abrazo, Miquel.

Es que esas preguntas son cuando menos desasosegantes, amigo nastnoC, y sostengo que el pasado nos aguarda más de alguna sorpresa.
Enhorabuena por la excelente propuesta.

Usted también exagerada, amiga Novia, pero es verdad que este tema da mucho juego, y ya debatiremos en vivo en las estupendas fechas estivales que se acercan, que dan mucho margen para tertulias...
Un beso.

Señalar publicamente que el Sr. Cahiers tiene conocimientos en absoluto desdeñables sobre estas materias.
Ya sabe que conservo esos archivos sonoros, y no descarte sorpresas futuras...
Usted tampoco se queda sin abrazo, Sr. Cahiers...

Petri dijo...

jo que pasada,siempre me ha fascinado la Atlantida, voy a preparme todas esas preguntas y nos vamos al blog de constan a tomar una cañas y disertar.. A mi me ha tocado la parte más payasa del tema semanal, en mi línea claro jaja
un saludo

A-B-C dijo...

¡La almendra, la madre del cordero! esto sí que es coger a la Utopía por los cuernos. He leido muy, muy despacito como la profundidad de las ideas, que aquí recoges, requieren.

Me ha encantado que un profesor utópico fomre parte de tu relato. Lo que para mí constituye una auténtica Utopía es ¡conservar los apuntes de la universidad como paño en oro!, muestra hermosa de aprecio y admiración hacia el profe. Se nota que eras buen alumno.

Desde luego el relato de la Atlántida me ha dejado meditabunda y la pregunta que me venía recurrente a la cabeza (no tan profundas como las planteadas por ti aquí, pero quizá en esa línea) es ¿Qué querrá decir ese final trágico y poético? ¿que si la utopía se materializa desaparece? Desde luego, lo que sí es curiosísimo es que civilizaciones anteriores fueran más avanzadas que la actual. Increible.

Saludos, buena semana de la utopía y felicidades por tan estupenda entrada.

Gladys Glober dijo...

Fantástico, amigo Tirador. Ha sido una constante en todas nuestras conversaciones sobre el tema las grandes lagunas históricas que quedan por descifrar y que la llamada "Historia oficial" da por supuestas, pero las preguntas que usted deja aquí nos las hacemos muchos más... Yo también creo que detrás de esos textos latinos o griegos hay algo más que ficción, pues muchos otros datos que en ellos aparecen ya han sido contrastados como reales. Un tema muy bien elegido, del que tiene un saber (casi) absoluto, y del que espero algún día nos sean reveladas las respuestas para esas igcógnitas que quedan en el aire.

Un saludo afectuoso.

Clementine dijo...

Grandiosa entrada, Tirador. Realmente tienes madera de cuentista histórico.
Lo que no deja de ser curioso es que precisamente tú señales la exageración en otras personas, léase en este caso comentaristas... Y sé de lo que estoy hablando.
¡Un abrazo!

El Tirador Solitario dijo...

Un placer verte por aquí, Blog A, y mañana me paso por tu utopía, que tengo curiosidad en lo que me cuentas.
¡Y aquí la cerveza Alhambra no falta!

Hola Gladys, y como le decía a La Novia, se acerca el buen tiempo...y eso significa buenas tertulias, sobre continentes perdidos y loq ue encarte...

Gracias por pasarte A-B-C, y es curioso lo que preguntas. Yo del final de la Atlántida que narra Platón, me sobrecoge que todo sucedió en unas horas, en un sólo día...esa descripción me sigue sobrecogiendo.

Me alegra que te haya gustado Clementine; y debo decir que esa exageración que señalo de los comentaristas...pues me llena de alegría que sean tan exagerados conmigo...
Otro abrazo para ti...

natsnoC dijo...

Y que no falte esa Alhambra nunca, Tirador, que aún tenemos pendiente el duelo a cervezas por la Scully

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