miércoles, 30 de marzo de 2011

Eurovision 2011: Pronósticos y Quinielas

Nada, señores, todo llega en esta vida.Por fin van a poder descubrir la terna que el Tirador ha seleccionado cuidadosamente, las tres canciones que nos van alegrar estos días y esta semana. Ya me parece ver como el Sr. Cahiers arquea las cejas como signo de aprobación (aunque nunca lo admitirá en público, nuestro amigo Pepe es todo un eurofan que no se pierde ni una sola edición de nuestro certamen favorito).

Ante todo debo decir que podemos estar ante la edición más floja, musicalmente hablando, de los últimos años. Creo que desde 2002, cuando Rosa desembarcó en Estonia, no había un nivel medio tan bajo.

La principal beneficiada de ello puede ser la canción española, Que me quiten lo bailao, interpretada con buena voz por la gallega Lucía Pérez; no está en la terna, pero se ha quedado cerca. Ya sé que a mucha gente no le entusiasma nada esta copla, pero yo considero que hasta puede ser la mejor clasificación hispana, precisamente desde 2002. ¿Apuesta arriesgada? Esto es El blog del Tirador, y audacia no falta...

También se queda fuera,  por muy poco, de las tres seleccionadas, Alemania, que repite de nuevo con la vencedora del pasado año, Lena Meyer. A Lena poco le falta ya para que le hagan un monumento en la República Federal, y es comprensible, ya que los germanos daban casi por imposible reverdecer los laureles de 1982 con Nicole Hohloch, así que no lo han dudado y presentan ese buen tema, púlcramente producido que responde al nombre de Taken By A Stranger. A mí me sorprendería una barbaridad un nuevo triunfo de los centroeuropeos, ya que si es muy difícil que un país repita dos veces seguidas, que sea la misma intérprete se me antoja casi imposible, pero me gusta, me envuelve, ese Taken By A Stranger...

Pero como sé que los buenos lectores, los amigos blogeros, todos los regentes de esas páginas de tronío está ya de los nervios, ahí va la terna. Va por ustedes.



Serbia. Nina. Caroban.
Una estupenda canción, con unos metales que enganchan, una pizpireta cantante rubia de pelo corto, que tiene una voz de categoría, que nos regala un tema alegre y muy bien construido. Ese coro de jovencitas alocadas es una delicia.
Los serbios quieren repetir el triunfo de 2007, cuando Marija Serifovic deslumbró a Europa con su plegaria Molitva. Esta vez la apuesta es distinta, pero me da la impresión que Nina va a competir bien, pero que muy bien.





Italia. Raphael Gualazzi. Follia d´Amore.
Hace casi dos meses, en una entrada del blog, anunciaba que la diversión estaba asegurada tras la vuelta de Italia al ESC trece años despues, pero no sospechaba que ese retorno sería en forma de una excelente melodía jazzística, de la mano de Raphael Gualazzi, héroe victorioso en San Remo y acontecimiento musical del año en Italia, merced a su excepcional álbum "Reality and Fantasy". 
La apuesta puede ser arriesgada, y queda muy cercana la escasa aceptación que tuvo Roger Cicero, uno de los mejores crooners de Alemania, cuando acudió en 2007 a Helsinki  con su Frauen regier´n die Welt, pero me da la sensación que Cicero no le aguanta dos asaltos a Gualazzi, y que la fabulosa Follia d´Amore, con excelentes arreglos para piano, trompeta y orquesta puede, debe, ser una de las grandes atracciones del certamen.

De todos modos debo aclarar que yo no soy objetivo con este jazzman italiano. Y es que las seguidoras de este blog deben saber que cuando El Tirador se enfrenta a los standards, ya sea en karaokes o eventos especialmente relevantes, sus modos, artes y maneras tienen mucho que ver con el artista que van a ver a continuación...


                                          


Bulgaria. Poli Genova. Na Inat.
Bulgaria en los últimos años ha vivido del recuerdo de la fabulosa actuación de 2007, cuando de la mano del dúo Elitza&Stoyan ofrecieron con su portentoso Water una de las mejores interpretaciones del ESC de la última década, una espectacular mezcla de ritmos poderosos aderezados del lirismo de las voces búlgaras. Poli Genova es muy popular en su país, ya que ha estado ligada al mundo de la canción desde niña, y ya en los dos últimos años estuvo a punto de ser la abanderada de Bulgaria.
El tema elegido, Nat Inat, es una canción con influencias del pop/rock comercial de los primeros noventa, con un arranque y estribillo chispeante, muy bien cantada y el grupo queda de maravilla en el escenario.
Si logra pasar el corte en la semifinal, pueda cosechar muchos votos en el día decisivo.

No conviene olvidar, que como ocurre con el tema serbio, estas canciones están ya sonando de forma constante en las radiofórmulas, en los pubs de toda esa Europa que engloba los Balcanes, los Cárpatos, el Rhin y el Danubio, mientras en la piel de toro seguimos discutiendo si son galgos o podencos...





Y ahora es el turno de ustedes, queridos comentaristas y bloggeros afines. A la vez que dejen sus comentarios, hagan el favor de otorgar tres puntos a la canción que más le haya gustado, dos a la segunda y un voto a la tercera. Nada de votos en blanco, dejar desierto el primer puesto o zarandajas semejantes. Así que ya saben: Sybila, Clementine, nastnoC, Jlin, Marcos Callau, familiares, hermanas, compañeras de trabajo, admiradoras secretas... a votar como Dios manda. Sí, Sr. Cahiers, usted tampoco se escapa, salvo causa de fuerza mayor...

Porque díganme ustedes ¿a que todo este asunto del ESC, no es algo endiabladamente divertido?...

domingo, 27 de marzo de 2011

Dana

Dana Katherine Scully nace un 23 de Febrero de 1964, siendo la tercera de cuatro hermanos. Su padre, William, era capitán de la US Navymotivo por el cual su infancia y adolescencia discurren en residencias de las diferentes bases de la Marina.
De todos sus hermanos la favorita de Dana es siempre Melissa, la hermana mayor, algo alocada, mientras que el primogénito William era para su gusto demasiado protector, e incluso severo para ser un hermano; a su vez Charles, el menor de la familia es algo peculiar, de tal modo que apenas tiene apego con el resto del clan.
Su madre, Margaret, es la figura especialmente sufrida y abnegada, sin reparar en tiempo y protección a todo la prole, y de una fortaleza fuera de lo común.


Pero Dana sentía especial veneración y admiración por su padre, que tenía en ella su ojito derecho. Así, la llamaba cariñosamente Starbuck y la jovencita se cuadraba y le respondía (haciendo un saludo militar) Ahab; y es que ambos compartían afición común por Moby-Dick, y adoran igualmente la misma canción Beyond the sea, en la deliciosa versión de Bobby Darin.

Como hemos referido, la infancia y adolescencia de Dana discurre por diferentes bases de la Armada, y pese a esos vaivenes, fue una alumna especialmente brillante, sin dar apenas disgustos a su padres, al contrario de Melissa, que era auténticamente ingobernable, incluso para la estricta disciplina del capitán Scully.

Tras graduarse de forma notabilísima en la High School, Dana ingresa en Berkley, donde se diploma en Física, y no contenta con ello se traslada a Maryland, donde empieza a estudiar la carrera de Medicina.
Son esos unos años fascinantes para la joven Scully, donde pasa de contactar con grupos anti-nucleares a entablar relación con un profesor quince años mayor que ella. Es en esos días cuando sufre una crisis de fe. Dana había sido educada en el catolicismo, pero pese a ese alejamiento, no se separa nunca de un pequeño crucifijo de oro, que le regaló su padre, y sin saber muy bien porqué, cuando pasa cerca de una iglesia, no puede evitar entrar, y permanecer unos minutos, no sabe sin pensando, reflexionando, o simplemente orando...

Compatibilizando sus estudios de medicina, publica su tesis doctoral en Física, que tiene y alcanza una enorme repercusión en el mundo académico; La Paradoja de los Gemelos de Einstein: Una Nueva Interpretación; que hará especialmente feliz y orgulloso a su padre, que seguía entusiasmado los progresos de su venerada hija.

En 1988 finaliza cum laude la carrera de Medicina, y a los pocos días, toma la decisión más importante y trascendente de su vida: Se presenta a las pruebas de acceso al FBI, y dado su currículum y capacidad, no tiene el menor problema en superarlas y en la primavera de 1990 termina su formación como Agente Especial Federal.

Aquella decisión provoca un enorme disgusto en su padre, y la relación tan intensa que mantenían se ve seriamente dañada; de hecho ya nada volverá a ser igual entre padre e hija; el capitán Scully, ya en la reserva, pensaba que su adorada Starbuck había arrojado una prometedora y brillante carrera científica por la borda, para embarcarse en una alocada aventura, que ni tan siquiera ostentaba el sello aristocrático de la Armada...

El FBI observa en Scully una excelente instructura, y durante más de un año su actividad se centra en la Academia de Quantico, donde imparte clases de anatomía forense, e incluso se le ve como una candidata a ser en poco tiempo una de las máximas responsables del Centro de Formación.

Pero en Marzo de 1992, Dana Scully es convocada para el viernes 6 a una reunión de alto nivel en el Edificio Edgard Hoover, sede central del FBI en Washinton D.C.
Esa mañana, a las 8 a.m., Dana entra con paso seguro al  impresionante y señorial inmueble, y se presenta en la recepción:

-Agente Dana Scully.

Se dirige sonriente, tranquila, portando su bolso al hombro y un portafolios en la mano izquierda, al despacho del Jefe de Sección Scott Blevins, y con naturalidad toca la puerta con los nudillos. 

En el despacho la espera Blevins, acompañado nada menos que de Joseph McGrath, otro Jefe de Sección, lo que la sorprende ligeramente ("¿Dos Jefes de Sección?") se pregunta sin llegar a la inquietud. Inquietud que si la atenaza de forma especial, cuando observa que el tercer componente que la espera es un oscuro y torvo personaje, que mira a la ventana fumando un cigarrillo Morley.

- Gracias por venir tan puntual, agente Scully,    
  siéntese. Veo que lleva dos años con nosotros; ¿Por 
  qué ingresó en el FBI?, usted estudió medicina, -le  
  indica Blevins.
- Me captaron en la Facultad, señor -asiente Scully-, 
  pensé que el FBI podía ser el lugar idóneo para 
  promocionarme profesionalmente.
- ¿Ha oido hablar de un agente llamado Fox Mulder?,
  -interviene el otro jefe, McGrath.
- Sí, lo conozco por su reputación; se licenció en    
  Psicología en Oxford, se especializó en asesinos en  
  serie, y un informe suyo fue determinante para 
  capturar a Monte Props. Se le considera el mejor 
  analista en la sección de crímenes violentos. Tenía 
  un apodo en la Academia, Mulder el Siniestro. -Al  
  decir  esa palabras Dana esboza una leve sonrisa, 
  pero no puede evitar que se le hiele, al sostener la 
  mirada de aquel oscuro y torvo personaje, que había 
  encendido otro Morley.
- También le diré, que el agente Mulder ha 
  desarrollado un enorme interés por un proyecto que 
  se aleja de la línea habitual de trabajo del FBI
  ¿Conoce usted los llamados Expedientes X? -le 
  pregunta esta vez Blevins.

- Al parecer están relacionados con fenómenos  paranormales -responde Dana.
- Más o menos, -sentenció Blevins-. Está usted aquí,  agente Scully, porque queremos que ayude al  
agente Mulder con los Expedientes. Redactará un informe sobre su actividad y observaciones, y especialmente sobre la validez de su trabajo.
- Ah, ¿Pretenden echar por tierra la investigación de 
  los Expedientes X, señor?
- Queremos que se responsabilice del análisis 
  científico; se pondrá en contacto con el agente 
  Mulder... y esperamos recibir pronto su 
  informe. -concluyó de ese modo la reunión Scott Blevins.

Dana abandona el despacho, pensando en el extraño cometido que se le había asignado. Más  se sorprende cuando tras preguntar por el Departamento de Fox Mulder, tiene que bajar a los archivos, y aún más para dar con un sótano, que es en realidad el despacho de su nuevo compañero.
Toca de nuevo la puerta, con ese toque musical, que siempre le gusta utilizar. 
- ¡Lo siento!, sólo se permite la entrada a los más buscados por el FBI, -la recibe de forma cómica el responsable de ese peculiar negociado.

Al entrar Dana, se encuentra lo que efectivamente es un sótano, sin ventanas ni aire acondicionado, con las paredes decoradas con fotografías de referencias paranormales, y un póster con un enorme platillo volante sobrevolando una foresta, y de leyenda la frase I want to believe. Sentado, estudiando unas diapositivas, está el agente Mulder.

- Agente Mulder, soy Dana Scully, me han enviado 
  aquí, -le tiende la mano y le ofrece su mejor sonrisa.
- Oh, es agradable que me envíen una ayuda de 
  repente, ¿en que lío se ha metido para que la envíen 
  aquí, Scully?
- Lo cierto es que me interesa el trabajo que realiza, 
  he oído hablar mucho de usted.
- ¿Ah, si? -responde de forma socarrona Fox-, tenía la 
  impresión de que la habían enviado aquí para  
  espiarme.
- Si tiene alguna duda sobre mi cualificación o mis 
  credenciales... -se pone a la defensiva Dana.
- Es usted médico, -la interrumpe Mulder- ha dado 
  clases en la Academia, también  tiene conocimientos 
  de física, -y mientras habla busca unos papeles que 
  tiene sobre la mesa- "La Paradoja de Einstein: Una 
  Nueva Interpretación". Dana Scully, tesis doctoral. 
  No es una mala acreditación reescribir a Einstein...
- ¿Se ha tomado la molestia en leerla? -le pregunta 
  Dana, más divertida que molesta.
-Oh, sí, y me gustó; lo que pasa es que en mi trabajo 
 rara vez se pueden aplicar las leyes de la física...

A continuación Mulder proyecta las diapositivas, en las que se ven jóvenes fallecidos en extrañas circunstancias; todos tienen en común unas extrañas marcas en la espalda.

- Quizás usted pueda explicarme porque el FBI 
  cataloga estos casos como inexplicables y los 
  archiva...¿Cree usted que estamos siendo visitados 
  por alguna forma de vida extraterrestre? -inquiere    
  Fox a Scully, de forma teatral-.
- Tendría que decirle, logicamente, que no, dadas las 
  enormes distancias que habría que atravesar en el 
  espacio, la energía necesaria sería excesiva para la 
  capacidad de una nave...
- Teorías convencionales. Cuando la ciencia 
  convencional no nos ofrece respuestas, ¿no 
  podemos  buscar en lo paranormal una respuesta 
  posible?.

Termina ese primer encuentro, emplazándose para el día siguiente, donde tomaran el vuelo de la mañana rumbo a Oregón, para investigar ese caso de los jóvenes asesinados y con extrañas marcas.
Dana se despide de su compañero, y la sonrisa que le ofrece esta vez es aún más noble, limpia y franca que la de hace una hora.

Ante Dana se presenta un asombroso camino, una nueva vida inimaginable y portentosa. Ella sí que va a ver cosas que nosotros ni soñaríamos. Se enfrentará a oscuras fuerzas, elementos desconcertantes, y seguirá el hilo de Ariadna mejor que Ariadna, para descubrir la mayor y escalofriante Conspiración, aquella que pretende entregar nuestra raza y nuestro Planeta a extraños alienígenas grises en el año 2012.

Pero también descubrirá en ese compañero la lealtad, el respeto, el afecto, y el amor con mayúsculas, como nunca habría imaginado.
Y ese compañero encontrará en ella su punto de equilibrio, su ancla, el soporte que mantendrá intacto en él ese frágil hilo de la cordura; y también descubrirá en ella la lealtad, el respeto, el afecto y el amor con mayúsculas como nunca habría imaginado.
Porque yo no sé cuantas, cuantas veces desde ese día se salvarán la vida mutuamente, Fox a Dana y Scully a Mulder.

Y tengo la sospecha, o la certeza aún mejor, que al igual que a Fox Mulder, mi propia vida ha sido salvada,  más de una vez y también desde ese día, por Dana...




martes, 22 de marzo de 2011

La última canción

Siempre por esta época del año empiezan a producirse fenómenos que sin tener nada de paranormales, si alivian algo la tensión de la vida diaria, y nos ofrecen un lado más amable y simpático a nuestra existencia.

La blogsfera no es ajena a ello, y sin saber ni como ni porqué, se respira una extraña inquietud que lo mismo recorre territorios afectos a la literatura y la buena cerveza como son Chez Morera y el Tablón de Jlin, los clubes poéticos de El Sueño Eterno, los distinguidos salones cinematográficos de La Gran Pantalla o ese noble oasis de reflexión que es Sybila Laina...bueno, y también ese extraño páramo llamado La Guarida del Eremita, pero de ahí sólo acierto a distinguir ciertos bramidos, casi hostiles, y confusos sonidos guturales que no sé muy bien como interpretar...

La causa de todo ello, es que apenas faltan dos meses para la gran cita eurovisiva, que este año nos convocará del 10 al 14 de Mayo en la localidad alemana de Düsserdolf, y claro, todas las miradas se dirigen a este humilde blog, para comprobar si una vez más se cumplen las quinielas del Tirador, y cuales son mis reflexiones al respecto.

Muy pronto les propondré mis tres canciones favoritas (especialmente una que me tiene algo soliviantado), pero mientras buscaba los pormenores de este año, no podía dejar de acordarme de la última vez, el último año, la última canción que nuestro país envió, sencillamente, para ganar...

En 1995, el ESC tendría lugar en la ciudad de Dublin, y España, o mejor dicho, Radiotelevisón Española, seleccionó para el evento una composición (Vuelve conmigo) del riojano José María Purón, un autor de experiencia y éxito, ganador de la OTI, y especializado en canciones melódicas, interpretada por una jovencísima y desconocida intérprete malagueña, Anabel Conde.
Cuando el tema fue presentado, con el clásico clip promocional, nadie observó nada especial en la aquella copla; es más, no dejaba de ser una melodía algo insulsa, con poca garra, una guitarra eléctrica que hacía de puente lo mejor posible y una voz aseada que daba forma a todo.


Además, ya desde el mes de Abril, lo más sugerente para las casas de apuestas era que país alcanzaría el segundo puesto ese año, bien fuera Dinamarca, Francia o Suecia, ya que nadie ponía en cuestión el clarísimo triunfo de los noruegos de Secret Garden, que en pleno auge de la World Music, estaban vendiendo discos como pan caliente en toda Europa con su bello tema, casi por completo instrumental,  Nocturne.

Pero en aquellos años, en Eurovisión todavía existía la orquesta, que tenía que aportar la nación organizadora, y de ese modo, un mes antes del evento, empezaron a retomar y retocar la canción hispana Chema Purón y el director de orquesta seleccionado por el Ente Público que no era otro que el entonces muy popular por sus apariciones televisivas,  el maestro Leiva, que enseguida percibió las enormes potencialidades que tenían esa canción y su interprete.

El resultado fue increíble. Cuando la representación española aterrizó en Dublin en los primeros días de Mayo y realiza su ensayo inicial en el Point Theatre, los medios desplazados no pudieron reprimir su asombro y admiración, ya que la melodía se había transformado, por arte de magia de unos fabulosos arreglos, en una estupenda canción, con gancho y una solidez portentosa y que además posibilitaba el lucimiento vocal de Anabel, que cantaba con el mismo arte de una estrella de la Motown.

Las casas de apuestas, que lo huelen todo, empezaron a subir la cotización de Vuelve Conmigo, que pasa de estar en el subsuelo de los pronósticos, a ascender a un impensable quinto lugar sólo dos días antes del Certamen. Eso sí, nadie piensa que pueda hacer sombra a franceses, daneses y suecos, que luchaban entre sí para obtener la segunda plaza, ya que la opción de victoria seguía siendo territorio vedado y casi exclusivo de Secret Garden.


Aquel 13 de Mayo de 1995, Anabel Conde realizó una extraordinaria exhibición de  fuerza vocal, acompañada por una maravillosa orquestación del maestro Leiva, haciendo que la representación española sonara con un poderío tal que no se recordaba desde Mocedades en 1974.

Las votaciones no hicieron sino refrendar lo que ya todos intuían, y tras unos momentos de poderío sueco, Anabel fue la única que aguantó la lluvia de votos que cosechaban, país tras país, los Secret Garden. Al final el triunfo noruego fue unicamente por 29 puntos, cuando días antes se hablaba de posible récord histórico de diferencia entre primero y segundo.

Porque segunda quedó España, Anabel Conde y Vuelve Conmigo, con 119 votos, muy por encima de los 100 de Suecia y los 94 de Francia, y por detrás de los 148 de los noruegos.

Lamentablemente, ya después del Certamen, Anabel Conde no tuvo, ni la producción musical, ni la promoción que una estrella de ese nivel hubiera merecido. Un triste paralelismo con las actuaciones hispanas en el ESC a partir de esa fecha, que salvo algún fogonazo en 2001, han pasado de la mediocridad más pobre a los ridículos más escandalosos; olvidando algo tan sencillo como que la clave en este fabuloso evento, es llevar una buena canción y un buen interprete; y en ese 1995 España fue representada por esa desconocida y joven malagueña, que resultó ser, sencillamente la mejor...




sábado, 19 de marzo de 2011

Club de lectura

Cierto día del verano de 2009, recibí una inquietante  llamada telefónica que procedía de San Marcos, (San Marcos, la populosa calle de Motril, no confundir con la Plaza de San Marcos en Venecia); al otro lado del hilo me espetó mi hermana (cantante amateur y especialista en zaherir con garbo al Sr. Cahiers):

- Necesito que me consigas una peli. Si es posible, para este fín de semana.
- ¿De que película se trata?, le pregunté, ya con cierta curiosidad.
- Pues mira, creo que se llama Conociendo a Jane Austen, o algo así y bueno, no tiene mala pinta, parece interesante, a ver si la puedes conseguir...
- No hay problema, sentencié de forma segura.

Dicho y hecho; apenas tres días después ya tenía preparada una copia de muy buena calidad del filme en cuestión. Al probarla me  gustaron los créditos y secuencias iniciales, así que decidí prepararme otro dvd para mi solito.


Conociendo a Jane Austen (Robin Swicord, 2007), no es una obra maestra, ni tan siquiera una gran película. Pero sí es una obra entretenida, con personajes muy cálidos, y que versa sobre algo fabuloso, y es como los libros, la literatura, pueden cambiar la vida de la gente. Yo a eso le llamo los Favourite things, todos los intangibles artísticos que nos salvan la vida, ya sean películas maravillosas, episodios de Expediente X o Frasier, canciones entonadas con gracia y técnica por mis amigas May o Celia Mur, o prodigiosos goles de cabeza firmados por Fernando Llorente.   
Lo importante de la visión de esa película fueron los efectos colaterales que trajo consigo en pocas, pocas jornadas.
De nuevo otra inquietante llamada telefónica, procedente del mismo San Marcos motrileño:

- Mira, ¿qué te parece si hacemos como en la peli y organizamos un club de lectura?
- ¡Espléndido! (a mí siempre me han entusiasmado ese tipo de saraos) ¿Cómo lo preparamos?
- Muy fácil, me respondió. Seremos unos cuantos, tus hermanas, tu santa madre, las dos primas y nuestra tía ¿Que te parece? tu cuñado se queda cuidando a tu sobrino, y los primos consortes a sus niños. Un plan perfecto. 

Sí que tenía buena pinta, así que organizamos una reunión preliminar y organizativa en la casa de nuestra madre. Era el marco idóneo para el evento; una amplia mansión con clásica arquitectura del sur y una zona exterior que es lo mejor de todo, con un patio andaluz coronado con vistosas columnas, soportadas en arcos de medio punto y herradura, y un jardín donde con aires machadianos madura el limonero; pero como no hablo de Sevilla, sino de un enclave singular en toda Europa, también pueden madurar sin ninguna inquietud la guayava, el aguacate, el chirimoyo y la caña de azúcar; y en el jardín que nos ocupa son plátanos los que ofrecen grandes hojas que dan sombra, como si fuera La India o La Martinica, y unos frutos deliciosos, inencontrables en cualquier sitio.
En ese jardín disfruta y juega mi sobrino (como hacía yo a su edad), regando plantas y a cualquier familiar cercano que se ponga a su alcance.
Justo al lado había una alberca, que la modernidad y progreso ha convertido en piscina.Siendo alberca, en ella aprendí a nadar con 6-7 años, y es que hasta el nombre antiguo tenía más encanto...

En ese patio, a una hora prudencial como es las ocho de la tarde, tuvo efecto la reunión preliminar, con todos los miembros del club sentados ante una amplia mesa, con variados y riquísimos aperitivos, limonada fresquísima (mi hermana, la violinista, hace la mejor limonada del mundo; no sé si aprendió ese secreto en los años de Bratislava o durante sus veranos en Bath, de cualquier modo rogaría que luego se pase por los comentarios y nos aclare el misterio)
y siempre cerca esa maravilla que es la cerveza Alhambra, ya sea en su quinto de toda la vida, o en sus variedades Especial o 1925.
Lo primero a decidir era el género y el libro en cuestión, algo fundamental para cualquier club de lectura que se precie. Ya antes de la reunión fui severamente amonestado, con carácter preventivo:
- No pretenderás obligar a la gente a leer algunos de los ensayos que tanto te gustan, tipo Mircea Eliade, René Guénon o algún tratado de alquimia. Me reprendió cualquiera de mis hermanas...

Se pensó en buscar algún texto no muy extenso, para que todo el mundo tuviera tiempo, y entonces apareció la feliz idea de empezar por el teatro; y enseguida estuvimos todos de acuerdo: Si íbamos a empezar por el teatro, ya sabíamos lo que íbamos a leer. 
La Vida es Sueño es una obra que siempre me ha fascinado, desde que la leí siendo un chico de COU en el curso 83-84 (año memorable, el Athletic ganó Liga y Copa, con aquella delantera de ensueño, formada por Dani, Sarabia y Argote).
Pero esa lectura fue la mejor que recuerdo. Mientras iba devorando, entusiasmado los versos de Calderón de la Barca, no hacía sino preguntarme como es posible escribir de esa manera, de esa forma tan sobrenatural,  como se puede escribir tan bien...

¿Qué haré? ¿Más para que estudio
lo que haré, si es evidente
que por más que lo prevenga,
que lo estudie y que lo piense,
en llegando la ocasión
ha de hacer lo que quisiera
el dolor? Porque ninguno 
imperio en sus penas tiene.
Y pues a determinar
lo que ha de hacer no se atreve
el alma, llegue el dolor
hoy a su termino llegue
la pena a su extremo, y salga
de dudas y pareceres
de una vez; pero hasta entonces
¡valedme, cielos, valedme!

Cada vez que leo La vida es sueño me enamoro de Rosaura. ¡Qué mujer!, que determinación, que arrojo, que gallardía, que inteligencia, que encanto...yo quiero una Rosaura para mí...

Aquella reunión del club de lectura, con Calderón de protagonista fue todo un lujo; de nuevo instalados en ese patio, con manjares y delicias, la mejor limonada del mundo y esa cerveza de 1925...y lluvia de ideas sobre la lectura, todos entusiasmados sobre esa maravilla, la mejor obra de teatro de todos los tiempos...
- Hay que ver como es Segismundo, como el pobre no puede controlarse y tira gente por la ventana (ha sufrido mucho el pobre); que hay que ver que papel tan digno y avanzado de las mujeres de la obra; que hay que ver la profundidad filosófica...si hasta ha inspirado el cine de ciencia ficción de los noventa (Desafío total de Paul Verhoeven, ¿no lo recuerdan?).

Dado el éxito, que sorprendió a los organizadores, ya al final de la reunión, decidimos que había que preparar una segunda entrega del club de lectura. Y claro, tras el teatro, le llegaba el turno a la novela. Había que elegir una que se ajustara a ciertos márgenes, así que Guerra y Paz o La Regenta quedaban descartadas.
Yo propuse, que como el club había nacido gracias a Jane Austen, que sus lectoras propusieran alguna de sus obras.
- No es mala idea, pero mira, se me ocurre algo mejor, dijo mi hermana (la cantante de San Marcos):Eugénie Grandet.
- Huy, Balzac es estupendo, tiene mucha, mucha miga, apoyó una de mis primas.
- ¿Está bien esa novela? pregunté.
-Te va a encantar, me respondieron las dos al unísono.

Dado que sólo un tercio de los componentes del club tenía ejemplares del libro en cuestión, me fue encargada la misión de suministrar todos los Balzac al resto de la cuadrilla. Nada difícil; gracias a ese genial invento llamado Iberlibro, en apenas setenta y dos horas ya todos tenían sus novelas, y además a precios de ganga. Yo elegí para mí una edición del diario El Mundo, en su momento parte de una colección de cien novelas, en tapa dura y muy bien traducida, me aseguraban.


Ese miércoles de Agosto, era y debía ser en apariencia un día normal de verano. Tras mi jornada laboral (más reducida, como corresponde a esa estación), me dirigí a casa de mi madre para almorzar. Tras una fresca y variada comida, tomé esa beatífica y reparadora siesta de no más de hora y cuarto, para dirigirme a la piscina y quedar tonificado tras una zambullida ideal.
Me aposenté en la hamaca, puse el móvil en silencio, para evitar llamadas inoportunas y saltándome el prólogo, inicié la lectura.

En ciertas ciudades de provincia hay casas que,
al contemplarlas, inspiran una melancolía igual a
la que provocan los claustros más sombríos, las landas más yermas o las más tristes ruinas. Acaso sea porque en estas casas se encuentran a la vez el silencio de los claustros, la aridez de las landas y la desnudez de las ruinas...

Yo entonces no lo sabía, pero estaba  empezando a leer la novela más fabulosa, el libro mejor escrito, la narración más increíblemente bella que nunca haya caído en mis manos...

miércoles, 9 de marzo de 2011

A barca da fantasia

Hace unos meses recibí un correo, en el que mi hermana, (la que bailaba tan primorosamente On the sunny side of the street) me adjuntaba la estupenda canción del grupo irlandés Clannad; Harry´s game, que durante años y años sirvió de sintonía e introducción al programa Diálogos Tres, de Ramón Trecet. Me comentaba como esa música tan dulce, suave y balanceante, invitaba a cierto sopor, cierta morriña, y de ahí a la siesta sólo había un paso y más aún, siendo la hora de emisión del programa de tres a cuatro de la tarde...

En los felices años 90, yo vivía con mis hermana
s (a la usanza de los Schlegel de Howards End) en aquel enclave paradisiaco que era el piso de la Avenida de Italia, aderezado con las inestimables visitas que solía realizar el Sr. Cahiers para ver el fútbol y autoinvitarse a cenar.
Todos los días, tras el almuerzo, y ant
es de que volviéramos a nuestros quehaceres, escuchábamos el mencionado programa en Radio 3, que estaba especializado no sé si eran Nuevas Músicas, New Age, World Music, o como demonios se llamara eso. Sólo sabía, sabíamos que eran músicas hipnóticas, melodías suaves, deliciosas, aunque a veces nos sorprendían y nos despertaban de forma brusca con ritmos más aguerridos, que solían venir casi siempre del norte, de las orgullosas tierras de Finlandia y Suecia.

Gracias a ese programa descubrimos una variedad de grupos, músicos y músicas que nos eran desconocidos hasta entonces; los tonos atlánticos y melancólicos de Madredeus; los fados de Dulce Pontes, la grandísima y única sucesora de Amalia; las festivas danzas celtas con Phil Cunninghan o Chieftains; la presencia omnipresente de la reina de la World Music que era Enya; la pianista, arpista y extraordinaria cantante que era, es Loreena McKennit; las alegres valquirias que respondían al nombre de Varttinna; los suecos de Hednigarna con sus ritmos atávicos y poderosos...

Pero de todos esos músicos y músicas, nuestros favoritos eran sin duda los Madredeus, una joven formación portuguesa, que había revolucionado la música tradicional en el país vecino, que dejando a un lado el fado, ofrecían una música de una dignidad y belleza sobrecogedora, con sus guitarras, su chelo, su acordeón, teclados..y la extraordinaria voz de Teresa Salgueiro, que era el truco, el factor diferencial, porque era pensar en Madredeus, y era ver y oír cantar a Teresa.
Había una c
anción de esos jóvenes portugueses, O pastor, que en casa llamábamos A barca da fantasía, porque entonaban esas sonoras palabras en el estribillo, que yo no me cansaba de oír. Me parecía lo más hermoso que pudiera cantarse:

Ao largo ainda arde
a barca da fantasia
e o meu sonho acaba tarde
deixa a alma de vigia
Ao largo ainda arde
a barca da fantasia
e o meu sonho acaba tarde
acordar é que eu não queria
.


Se pueden imaginar, cuando cierta tarde de enero de 1995, al escuchar el programa, Ramón Trecet comentó que Madredeus iba a realizar una gira por toda España, y que en Febrero, entre otras ciudades, actuaría en Granada.
Así, el primer día que podían adquirirse los tickets, acudí presto al mítico quiosco de Acera del Casino, para hacerme con ese preciado tesoro, el pasaporte, el salvoconducto, para disfrutar de nuestros admirados portugueses.

Y al fin llegó ese viernes de febrero, en el que acudimos al Palacio de Congresos y Exposiciones de Granada, donde más de ochocientas personas llenaban el Auditorio Federico García Lorca, y pudimos ser testigos, tener la dicha de disfrutar de un concierto memorable, en el que desgranaron los tres discos publicados hasta entonces, sonando mejor que en ellos, y la voz y la presencia de Teresa lo llenaba, lo ocupaba, lo inundaba todo.
Entonces me di cuenta que no eramos los únicos que tenían como canción preferente O pastor (A barca da fantasía siempre para nosotros), sino que cuando terminaron con esa increíble tema la primera parte del concierto, el público no se pudo conte
ner, y puestos en pie (y el que escribe con los ojos abrasados) ovacionaron durante más de dos minutos la que era la canción de esa noche, de ese invierno, de ese año, porque no concebía que pudiera cantarse algo más hermoso.

Al terminar el recital propuse acercarnos a la salida de los camerinos, para poder saludar y conocer personalmente a aquellos músicos que nos habían hecho tan felices; dicho y hecho nos dirigimos al sitio apropiado
, y la verdad, no hubo que esperar demasiado, apenas veinte minutos, y solo estaríamos unas doce personas esperando para cumplimentarlos. Dado que casi todos los fans eran féminas, y se fueron de inmediato hacia los galanes lisboetas, no tuve el menor problema para dirigirme directamente a donde estaba Teresa Salgueiro.

Y ahí estaba, bellísima, con un aura de bondad y dulzura, parecía una princesa de fábula, una ondina del Tajo, una heroína de Dumas.

Lo normal en ese trance hubiera sido acercarme, saludarla, darle un par de besos y que me hubiera firmado la entrada sin más. Pero claro, uno estaba en cierto rapto místico, y sin saber ni como ni porqué, le tomé la mano y ceremoniosa
mente incliné la cabeza, mostrándole todo mi respeto, como haría un chamberlain ante su reina, un caballero de Camelot ante Lady Ginebra o cualquier mortal ante Arwen...

Teresa, no sé si sorprendida o divertida, me respondió con una media sonrisa encantadora, repitiendo ceremoniosamente el mismo saludo que le había ofrecido; yo se lo volví a entregar, ella volvió a repetir la misma salutación...y así estuvimos durante largos y surrealistas segundos, hasta que se estabilizó la situación (cualquiera que pasara por ahí, pensaría que estábamos en pleno ensayo de alguna escena de Cuentos de Tokio o Sayonara).

Tras aquello volvimos a la fría noche granadina de Febrero, yo, se pueden imaginar, en las nubes ( Fly me to the moon, que diría Sinatra) o mejor aún, embarcado en a barca da fantasía, mientras detrás de mí resonaban las risas de quienes comentaban la extraña forma de saludar que teníamos algunos...



viernes, 4 de marzo de 2011

Los Mapas del Misterio


Hace unos días,al devolver la visita que la bloggera Sybila Laina había tenido la deferencia de realizar a los dominios del Tirador, me encontré con una muy interesante entrada, (sensible y con buen gusto, como todo su blog) en la que hacía referencia la pasión que sentía por los mapas y lo fascinantes que siempre le habían parecido. Le dejé un comentario, en el que le refería que a mí me pasaba igual, especialmente por los antiguos, misteriosos y desestabilizantes que podían resultar algunas mapas, (el Sr. Cahiers ya estará sonriendo irónico, sabiendo por donde voy).

Porque de eso les voy a hablar hoy. De unos antiguos mapas que ponen en solfa la Historia tal y como la conocemos, que inducen a incertidumbres extremas y nos plantean revoluciones inimaginables. Pónganse cómodos, por que les voy a hablar, nada más y nada menos de la historia de unos mapas que no debieran existir, que no deberían ser posibles: los Mapas de Piri Reis.

En 1929, mientras se procedía al inventario y catalogación de los fondos del Museo Topkapi en Estambul, aparecieron fragmentos de dos mapamundis que se creían perdidos para siempre; los mapas del célebre Almirante turco Piri Reis (1465-1554), héroe del Imperio Otomano, y que aparte de sus gestas de guerra, era un humanista, un estudioso de la naturaleza y la astronomía que legó sus conocimientos en la monumental obra Bahriye, un fabuloso compendio de mapas, puertos y toda la navegación en general.
En la introducción al Bahriye, expone que para confeccionar los mapamundis, consultó todos los que conocía , algunos muy, muy antiguos, anteriores al esplendor de Alejandro Magno (?). Igualmente afirma que poseía copia de otro confeccionado por el propio Cristóbal Colón, y que había llegado a
su poder gracias a la captura de un navío español cerca de las costas de Valencia.
En el capítulo que Reis dedica a la Mar Occidental (el Océano Atlántico), habla extensamente de la genésis colombina. Afirma que a manos del presunto genovés llegaron mapas, manuscritos y documentación que le permitieron realizar su gran gesta y así mismo afirma "Cuando los españoles llegaron a cierta isla que estaba habitada les dieron baratijas y abalorios, pues Colombo había leído en sus libros que a aquellas gentes les gustaban las baratijas" (?)
Ya antes de analizar los mapas sorprende sobremanera algunos aspectos que señala el Almirante en su prólogo. ¿Qué extraños y antiguos mapas son esos que de existir sólo podrían haber estado en la Biblioteca de Alejandría? ¿Qué clase de in
formación y por quién le fue revelada a Colón, que desde luego explica la obsesión del navegante por vender su proyecto ya fuera a Portugal, España, Francia o cualquier potencia de la época?

Los dos mapas que referimos, los descubiertos en 1929 en Topkapi, son de una belleza extraordinaria, primorosamente dibujados en piel de gacela y en la parte americana muestran la costa oriental del continente, así como ríos, cordilleras y animales de la región como la alpaca y la vicuña, otro dato enormente curioso, ya que en 1513 el conocimiento de esos animales era prácticamente inexistente.

Y en 1953 ocurrió lo extraordinario. Arlington H. Mallery, uno de los mayores expertos en cartografí
a antigua, ingeniero jefe de la Oficina Hidrográfica de la Marina de los Estados Unidos, recibió una copia de los mapas de un oficial de la Marina turca (aliado de la NATO) sabedor de su afición desmedida por los mapas, cuanto mas antiguos mejor.
Nada más verlos, Mallery quedó asombrado de lo que tenía ante sus ojos; reunió un equipo de cartógrafos del ejército y técnicos polares y las conclusiones a las que llegó fueron sorprendentes: las latitudes del mapa eran de una modernidad y exactitud asombrosa, pero además Mallery estaba convencido que el contorno del extremo sur del mapa era en realidad...las costas de la Antártida antes de la glaciación de los polos
...
El ingeniero no tuvo el meno
r problema en defender sus conclusiones en un célebre seminario celebrado en la Universidad de Georgetown, donde tuvo como aliado de sus tesis a uno de los máximos especialistas en el Polo Sur, el sísmologo R. P. Lineham, del Observatorio Astronómico de Boston, quien como hombre de fe, podía enfrentarse a la comunidad científica con todo aplomo, si hacía falta.
Las conclusiones finales de Arligton Mallery
fueron escandalosas, especialmente cuando afirmó audazmente "No comprendo, no comprendemos como pudieron confeccionarse esos mapas sin ayuda de la aviación . Además, las longitudes son exactas, cosa que me parece desconcertante en un mapa tan antiguo"...



En 1992 se celebra en Sevilla la famosa Exposición Universal, y el que escribe, más sus hermanas y algún allegado (no Pepe Cahiers que argumentó a última hora alguna excusa poco creíble) nos dirigimos a la Isla de la Cartuja, para pasar un día en ese parque temático, que para mí tenía un enorme atractivo: visitar el Pabellón de Turquía, era el objetivo prioritario y para mí único, ya que es
taba convencido que los otomanos habrían preparado algo especial en honor del Almirante y sus mapas.
Dicho y hecho, arrastré a toda la comitiva al Pabellón deseado, y que además no era de los más concurridos. Se pueden imaginar mi decepción cuando tras estar un buen rato, debía rendirme a la evidencia de que allí no había ni rastro de mapas, ni de Piri Reis, ni de las tesis sugerentes de Mallery, nada, sólo las chanzas de algunos de los acompañantes que preguntaban entre molestos y guasones, que donde estaban esos famosos mapas "que ponían la historia patas arriba"
.
Tras llevar más de una hora en el enclave turco, ya me fue imposible contener el amotinamiento de amigos y parientes, y notablemente molesto con el gobierno turco, l
a organización sevillana y la concurrencia, salimos a la amplia explanada que servía de entrada y salida al recinto. Y entonces al mirar al suelo, descubrí algo maravilloso: el piso, formado por unos lujosos mosaicos era una exacta representación, artísticamente esmaltada...del mapa de Piris Reis; ahí estaban aquellas líneas, aquellos contornos que cambiaron para siempre la vida de Mallery, aquél que defendió lo que suponía un tabú innegociable para la historiografía.
Y al ver los
mapas, que siempre habían estado a nuestro alcance, pero que habíamos sido incapaces de verlos, pensé que no dejaba de ser una hermosa metáfora, una bella imagen de que seguían "ondeando banderas al viento en las arenas del sueño". Y que tal como aprendí, al leer con dieciocho años El Retorno de los Brujos, la Historia seguía abierta...
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