martes, 22 de marzo de 2011

La última canción

Siempre por esta época del año empiezan a producirse fenómenos que sin tener nada de paranormales, si alivian algo la tensión de la vida diaria, y nos ofrecen un lado más amable y simpático a nuestra existencia.

La blogsfera no es ajena a ello, y sin saber ni como ni porqué, se respira una extraña inquietud que lo mismo recorre territorios afectos a la literatura y la buena cerveza como son Chez Morera y el Tablón de Jlin, los clubes poéticos de El Sueño Eterno, los distinguidos salones cinematográficos de La Gran Pantalla o ese noble oasis de reflexión que es Sybila Laina...bueno, y también ese extraño páramo llamado La Guarida del Eremita, pero de ahí sólo acierto a distinguir ciertos bramidos, casi hostiles, y confusos sonidos guturales que no sé muy bien como interpretar...

La causa de todo ello, es que apenas faltan dos meses para la gran cita eurovisiva, que este año nos convocará del 10 al 14 de Mayo en la localidad alemana de Düsserdolf, y claro, todas las miradas se dirigen a este humilde blog, para comprobar si una vez más se cumplen las quinielas del Tirador, y cuales son mis reflexiones al respecto.

Muy pronto les propondré mis tres canciones favoritas (especialmente una que me tiene algo soliviantado), pero mientras buscaba los pormenores de este año, no podía dejar de acordarme de la última vez, el último año, la última canción que nuestro país envió, sencillamente, para ganar...

En 1995, el ESC tendría lugar en la ciudad de Dublin, y España, o mejor dicho, Radiotelevisón Española, seleccionó para el evento una composición (Vuelve conmigo) del riojano José María Purón, un autor de experiencia y éxito, ganador de la OTI, y especializado en canciones melódicas, interpretada por una jovencísima y desconocida intérprete malagueña, Anabel Conde.
Cuando el tema fue presentado, con el clásico clip promocional, nadie observó nada especial en la aquella copla; es más, no dejaba de ser una melodía algo insulsa, con poca garra, una guitarra eléctrica que hacía de puente lo mejor posible y una voz aseada que daba forma a todo.


Además, ya desde el mes de Abril, lo más sugerente para las casas de apuestas era que país alcanzaría el segundo puesto ese año, bien fuera Dinamarca, Francia o Suecia, ya que nadie ponía en cuestión el clarísimo triunfo de los noruegos de Secret Garden, que en pleno auge de la World Music, estaban vendiendo discos como pan caliente en toda Europa con su bello tema, casi por completo instrumental,  Nocturne.

Pero en aquellos años, en Eurovisión todavía existía la orquesta, que tenía que aportar la nación organizadora, y de ese modo, un mes antes del evento, empezaron a retomar y retocar la canción hispana Chema Purón y el director de orquesta seleccionado por el Ente Público que no era otro que el entonces muy popular por sus apariciones televisivas,  el maestro Leiva, que enseguida percibió las enormes potencialidades que tenían esa canción y su interprete.

El resultado fue increíble. Cuando la representación española aterrizó en Dublin en los primeros días de Mayo y realiza su ensayo inicial en el Point Theatre, los medios desplazados no pudieron reprimir su asombro y admiración, ya que la melodía se había transformado, por arte de magia de unos fabulosos arreglos, en una estupenda canción, con gancho y una solidez portentosa y que además posibilitaba el lucimiento vocal de Anabel, que cantaba con el mismo arte de una estrella de la Motown.

Las casas de apuestas, que lo huelen todo, empezaron a subir la cotización de Vuelve Conmigo, que pasa de estar en el subsuelo de los pronósticos, a ascender a un impensable quinto lugar sólo dos días antes del Certamen. Eso sí, nadie piensa que pueda hacer sombra a franceses, daneses y suecos, que luchaban entre sí para obtener la segunda plaza, ya que la opción de victoria seguía siendo territorio vedado y casi exclusivo de Secret Garden.


Aquel 13 de Mayo de 1995, Anabel Conde realizó una extraordinaria exhibición de  fuerza vocal, acompañada por una maravillosa orquestación del maestro Leiva, haciendo que la representación española sonara con un poderío tal que no se recordaba desde Mocedades en 1974.

Las votaciones no hicieron sino refrendar lo que ya todos intuían, y tras unos momentos de poderío sueco, Anabel fue la única que aguantó la lluvia de votos que cosechaban, país tras país, los Secret Garden. Al final el triunfo noruego fue unicamente por 29 puntos, cuando días antes se hablaba de posible récord histórico de diferencia entre primero y segundo.

Porque segunda quedó España, Anabel Conde y Vuelve Conmigo, con 119 votos, muy por encima de los 100 de Suecia y los 94 de Francia, y por detrás de los 148 de los noruegos.

Lamentablemente, ya después del Certamen, Anabel Conde no tuvo, ni la producción musical, ni la promoción que una estrella de ese nivel hubiera merecido. Un triste paralelismo con las actuaciones hispanas en el ESC a partir de esa fecha, que salvo algún fogonazo en 2001, han pasado de la mediocridad más pobre a los ridículos más escandalosos; olvidando algo tan sencillo como que la clave en este fabuloso evento, es llevar una buena canción y un buen interprete; y en ese 1995 España fue representada por esa desconocida y joven malagueña, que resultó ser, sencillamente la mejor...




14 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido amigo, al fín se ha cumplido el pronóstico y has escrito sobre uno de los temas que más te gustan.... Eurovisión. Realmente ha sido y siempre lo será, uno de los recuerdos, que la generación de los 60,más bonitos tendrá. Esa noche se convertía en una reunión familiar con sus apuestas sobre quien sería la canción ganadora.....Gracias por haberme trasladado a aquella época y por recordar aquella canción.

Clementine dijo...

Mira, me acuerdo yo de esta actuación española. Pero no recordaba que quedó en segundo lugar...

natsnoC dijo...

Antes que nada, gracias por la cita, me he sentido honrado. Debo reconocer que nunca he seguido con demasiado interés eso de Eurovisión a pesar de haber visto quizás demasiadas veces la gala. No recuerdo haber oido nunca esa canción, la verdad.

Pero de nuevo tengo que felicitarte por unos posts en los que nos transportas a otros tiempos como si los acabaras de vivir.

Jlin dijo...

Buena lección de historia eurovisonaria (y no en el sentido de porfetas y/o místicos) de la que no tenía ni idea; lo cierto es que desde que era pequeño no suelo seguir Eurovisón, convertido en mi opinión, en una especia de farsa donde se venden y compran votos como si de un mercado se tratase.

Pepe Cahiers dijo...

Tanto tiempo pensando que La Guarida del Eremita era un vergel de ironía y fino humor, y resulta que es un extraño páramo que se distingue por sus bramidos hostiles y sonidos guturales. Además hace usted bien en separarme de los demás blog, como el trigo de la cizaña. Prometo reconsiderar ciertas actitudes y portarme como un niño bueno. Por cierto, su artículo fantástico. Usted siempre nos trae buenas reflexiones querido Tirador. ¡Felicidades!.

Clementine dijo...

No, Cahiers, no te portes como un niño bueno, que no te pega nada, pues vaya aburrimiento. Anda, sigue siendo tú...

Y no le estoy abduciendo contra tí, Tirador, antes de que malpienses nada. Este comentario no va contigo, palabra. No te tengo todo el día en mente, Dios me libre.

Layna dijo...

Recuerdo que cuando era niña me gustaba mirar Eurovisión y luego oír las puntuaciones de inglés, era divertido, todo un acontecimiento. Yo recuerdo mucho a "Betty Misiego" y esa canción de cambiar el mundo o algo así, hasta nos la hicieron aprender en la clase de música en no sé que curso de EGB. Es alucinante leer tus post, recuerdo cosas de mi vida que tenía olvidadas, yo no acostumbro a evocar el pasado y hacerlo a través de tus escritos es gratificante. Gracias por los agradables y bonitos adjetivos a mi blog..."noble oasis de reflexión" ¡eso si que es bonito!

El Tirador Solitario dijo...

Muchas gracias por tu visita, querida amiga anónima, porque algo me dice que eres una amiga muy querida para mí. Ya ves que por aquí hay un ambiente estupendo, con bloggeros de primera división. Pocas cosas más familiares antaño, que los Festivales que comentas.
Un beso, y te esperaré más veces por aquí.

Pues quedó segunda, Clementine, y no fue primera por que le tocó competir en ese año. En cualquier otro de la década, creo que hubiera sido la primera con relativa facilidad.
¡Y yo no mal pienso, nada, Milady!, usted se adelanta a mis palabras de forma acelerada. Y nada más lejos de pensar que vos me tenga en mente todo el día (algo que de todas maneras, tampoco sería un suceso extraordinario, dada mi natural simpatía y encanto).
De todos modos, a usía le sobra garbo y rumba, como para abducir al lucero del alba...

Hola, nastnoc; pues mira, la canción de Anabel Conde es de las mejores que ha llevado España al ESC en los últimos 40 años; ya habrás deducido que me agrada el Festival, y ésta decada pasada ha sido excelente.
¡Gracias por tus visitas!

Has destapado la caja de los truenos, amigo JLin, el ESC y los votos...el Certamen ha vivido varios sistemas de votación, y en la actualidad convive el jurado con el televoto por sms al 50%.
La verdad, es que salvo casos puntuales, yo suelo estar de acuerdo con lo que sale al final...y los que siguen el blog ya reciben información muy, muy, exclusiva...
¡Un placer tus visitas!

¡El Festival de 1979! Ese es el que comentas, amiga Layna, el que Betty Missiego no ganó de milagro, con aquellos niños de coro cantando "Su canción", el que tuvo lugar en Jerusalem, y España le entregó el triunfo a Israel en la última votación, ¡¡que tiempos!!
¡Ah, y lo que es bonito es tu blog, no los adjetivos que yo le dedique!

Yo sé positivamente, Sr. Cahiers, que eso de "bramidos hostiles" le habrá gustado especialmente.
Para quienes no lo sepan, mi buen amigo Pepe Cahiers tiene una notable habilidad imitando todo tipo de voces y efectos sonoros. Los bramidos y rugidos los borda de forma escalofriante, por no hablar cuando se arranca con la voz del Oso Yogui.
Eso sí, su obra maestra es cuando se pone a cantar como Dyango, especialmente, en aquella que cantaba con Pimpinela, la de "Ese hombre".
Yo siempre le he intentado convencer para acudir a los concursos televisivos de ese género, pero no hay manera...

Pepe Cahiers dijo...

Hombre señor Tirador, lo cierto es que gustar, lo que se dice gustar, tampoco me he lanzado a la calle a lanzar cohetes, pues si así se manifiesta usted sobre mi blog, la gente va a pensar que su autor es algo parecido a la Masa (o sea, el increible Hulk)y nada más lejos de la realidad. Esas costumbres, de las que usted habla, han pasado ya a la prehistoria y no me gustaría que La Guarida se identificase con semejantes bramidos, halaridos, rugidos y demás sonidos espasmódicos. Cada cosa en su sitio y cada uno en su lugar. Gracias por su apoyo amiga Clementine, me lo pensaré.

Marcos Callau dijo...

Muy bueno el comienzo del post jejeje. Gracias por la cita, desde luego. Te agradezco que recordaras a Anabel porque ya casi la habiamos olvidado. Creo que habria que regenerar todo el asunto de Eurovision ¿no?. Entre mis favoritas no ganadoras españolas se encuentra, por ejemplo, "Eres mi debilidad" de Marcos Llunas... no se si la recuerdas. Era una buena balada. A ver que sucede este año. Abrazos, Tirador y perdon por no escribir tildes pero tengo el teclado enfermo.

La Novia era yo. dijo...

Una reflexión muy oportuna señor Tirador, en esta fechas por supuesto que se hace necesario ir entrando en materia eurovisiva...todavía no he tenido la oportunidad de visionar los aspirantes de este año pero también me comprometo a compartir mi terna de ganadores con los lectores de este distinguido blog.
Excelente artículo como siempre Tirador.

El Tirador Solitario dijo...

Un placer, Marcos, ya sabes que desde este blog se respetas y aprecian esos Clubes de música, poesía y algun licor estimulante.
No esa mala la canción que comentas, y desde luego el papel de España en el ESC de los últimos 20 años camina entre el delirio y el surrealismo.

Espero ansioso sus opiniones, Novia era yo; para quién no lo sepa esta distinguida dama es la auténtica experta eurovisiva de la familia...

Galdys Glober dijo...

Bueno, bueno... creo que ya es hora de que introduzca algún que otro comentario sobre este tema tan recurrente en su Blog, señor Tirador.

Recuero la actuación de Anabel como si fuera ayer. En esa época he de confesar que no seguía demasiado el Festival, no tanto como posteriormente. Ese año, como en otras ocasiones, se celebrara coincidiendo con el gran evento granadido que era El Día de la Cruz. En circunstancias normales, hubiera estado bebiendo "Gitanilla" por las calles del centro, pero una terrible amigdalitis arruinó todos mis planes. Sin otra cosa que hacer y con una televisión sin mando a distancia, no quedó otra que ver el festival. Mi gran sorpresa fue cuando vi la canción española... qué poderío! Desde entonces siempre rememoro la actuación de este chica, que no tuvo la repercusión en nuestro país que debió tener.

Un saludo y felicitaciones por su Blog.

El Tirador Solitario dijo...

Bienvenida, Galdys Glober; y tienes razón, hubo una época que el ESC coincidía con las Cruces de Mayo; yo creo que salió ganando con el cambio de planes ese día.

Y me da la impresión que es usted una eurofan de alzada larga, así que muy pronto debe pasarse por aquí y ofrecernos también su terna...

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