miércoles, 9 de marzo de 2011

A barca da fantasia

Hace unos meses recibí un correo, en el que mi hermana, (la que bailaba tan primorosamente On the sunny side of the street) me adjuntaba la estupenda canción del grupo irlandés Clannad; Harry´s game, que durante años y años sirvió de sintonía e introducción al programa Diálogos Tres, de Ramón Trecet. Me comentaba como esa música tan dulce, suave y balanceante, invitaba a cierto sopor, cierta morriña, y de ahí a la siesta sólo había un paso y más aún, siendo la hora de emisión del programa de tres a cuatro de la tarde...

En los felices años 90, yo vivía con mis hermana
s (a la usanza de los Schlegel de Howards End) en aquel enclave paradisiaco que era el piso de la Avenida de Italia, aderezado con las inestimables visitas que solía realizar el Sr. Cahiers para ver el fútbol y autoinvitarse a cenar.
Todos los días, tras el almuerzo, y ant
es de que volviéramos a nuestros quehaceres, escuchábamos el mencionado programa en Radio 3, que estaba especializado no sé si eran Nuevas Músicas, New Age, World Music, o como demonios se llamara eso. Sólo sabía, sabíamos que eran músicas hipnóticas, melodías suaves, deliciosas, aunque a veces nos sorprendían y nos despertaban de forma brusca con ritmos más aguerridos, que solían venir casi siempre del norte, de las orgullosas tierras de Finlandia y Suecia.

Gracias a ese programa descubrimos una variedad de grupos, músicos y músicas que nos eran desconocidos hasta entonces; los tonos atlánticos y melancólicos de Madredeus; los fados de Dulce Pontes, la grandísima y única sucesora de Amalia; las festivas danzas celtas con Phil Cunninghan o Chieftains; la presencia omnipresente de la reina de la World Music que era Enya; la pianista, arpista y extraordinaria cantante que era, es Loreena McKennit; las alegres valquirias que respondían al nombre de Varttinna; los suecos de Hednigarna con sus ritmos atávicos y poderosos...

Pero de todos esos músicos y músicas, nuestros favoritos eran sin duda los Madredeus, una joven formación portuguesa, que había revolucionado la música tradicional en el país vecino, que dejando a un lado el fado, ofrecían una música de una dignidad y belleza sobrecogedora, con sus guitarras, su chelo, su acordeón, teclados..y la extraordinaria voz de Teresa Salgueiro, que era el truco, el factor diferencial, porque era pensar en Madredeus, y era ver y oír cantar a Teresa.
Había una c
anción de esos jóvenes portugueses, O pastor, que en casa llamábamos A barca da fantasía, porque entonaban esas sonoras palabras en el estribillo, que yo no me cansaba de oír. Me parecía lo más hermoso que pudiera cantarse:

Ao largo ainda arde
a barca da fantasia
e o meu sonho acaba tarde
deixa a alma de vigia
Ao largo ainda arde
a barca da fantasia
e o meu sonho acaba tarde
acordar é que eu não queria
.


Se pueden imaginar, cuando cierta tarde de enero de 1995, al escuchar el programa, Ramón Trecet comentó que Madredeus iba a realizar una gira por toda España, y que en Febrero, entre otras ciudades, actuaría en Granada.
Así, el primer día que podían adquirirse los tickets, acudí presto al mítico quiosco de Acera del Casino, para hacerme con ese preciado tesoro, el pasaporte, el salvoconducto, para disfrutar de nuestros admirados portugueses.

Y al fin llegó ese viernes de febrero, en el que acudimos al Palacio de Congresos y Exposiciones de Granada, donde más de ochocientas personas llenaban el Auditorio Federico García Lorca, y pudimos ser testigos, tener la dicha de disfrutar de un concierto memorable, en el que desgranaron los tres discos publicados hasta entonces, sonando mejor que en ellos, y la voz y la presencia de Teresa lo llenaba, lo ocupaba, lo inundaba todo.
Entonces me di cuenta que no eramos los únicos que tenían como canción preferente O pastor (A barca da fantasía siempre para nosotros), sino que cuando terminaron con esa increíble tema la primera parte del concierto, el público no se pudo conte
ner, y puestos en pie (y el que escribe con los ojos abrasados) ovacionaron durante más de dos minutos la que era la canción de esa noche, de ese invierno, de ese año, porque no concebía que pudiera cantarse algo más hermoso.

Al terminar el recital propuse acercarnos a la salida de los camerinos, para poder saludar y conocer personalmente a aquellos músicos que nos habían hecho tan felices; dicho y hecho nos dirigimos al sitio apropiado
, y la verdad, no hubo que esperar demasiado, apenas veinte minutos, y solo estaríamos unas doce personas esperando para cumplimentarlos. Dado que casi todos los fans eran féminas, y se fueron de inmediato hacia los galanes lisboetas, no tuve el menor problema para dirigirme directamente a donde estaba Teresa Salgueiro.

Y ahí estaba, bellísima, con un aura de bondad y dulzura, parecía una princesa de fábula, una ondina del Tajo, una heroína de Dumas.

Lo normal en ese trance hubiera sido acercarme, saludarla, darle un par de besos y que me hubiera firmado la entrada sin más. Pero claro, uno estaba en cierto rapto místico, y sin saber ni como ni porqué, le tomé la mano y ceremoniosa
mente incliné la cabeza, mostrándole todo mi respeto, como haría un chamberlain ante su reina, un caballero de Camelot ante Lady Ginebra o cualquier mortal ante Arwen...

Teresa, no sé si sorprendida o divertida, me respondió con una media sonrisa encantadora, repitiendo ceremoniosamente el mismo saludo que le había ofrecido; yo se lo volví a entregar, ella volvió a repetir la misma salutación...y así estuvimos durante largos y surrealistas segundos, hasta que se estabilizó la situación (cualquiera que pasara por ahí, pensaría que estábamos en pleno ensayo de alguna escena de Cuentos de Tokio o Sayonara).

Tras aquello volvimos a la fría noche granadina de Febrero, yo, se pueden imaginar, en las nubes ( Fly me to the moon, que diría Sinatra) o mejor aún, embarcado en a barca da fantasía, mientras detrás de mí resonaban las risas de quienes comentaban la extraña forma de saludar que teníamos algunos...



25 comentarios:

natsnoC dijo...

Es curioso que yo también tuve una época en la que la música de Enya, los Chieftains, la Celta y también por supuesto Madredeus los ponía a todas horas.

Siempre he sido más rockero, pero esta música te toca más profundo. Preciosa la canción, y la historia muy bien contada.

Clementine dijo...

A mí también me gustaba toda esta música y me he ido haciendo mi pequeña colección. Y me la sigo poniendo, no creas.
Genial tu relato de los acontecimientos y genuino ese saludo, aunque ya no me choca en ti, que ya te voy conociendo...

Jlin dijo...

Ramón Trecet es un crack, yo lo conocí en su faceta de comentarista de la NBA en televisión española cuando trasnochaba para ver las finales míticas Bulls vs Lakers con el primer título de Jordan y compañía.
Luego me enteré de que el tío era un entendido en música.

Pepe Cahiers dijo...

Siento discrepar con la línea general del artículo y comentarios, pero alguién tiene que ser el poli malo. Recuerdo aquel mausoleo radiofónico de Trecet y su New Age o música de ascensor. Respecto a aquellas formidables cenas no tengo nada que objetar, por lo menos mi estómago.

La Novia era yo. dijo...

Estimado Señor Tirador: efectivamente fue un concierto memorable...tanto las semanas previas como las posteriores (aquel concierto dio para muchas y encantadoras conversaciones...) fue una delicia, aunque si mal no recuerdo yo tenía por aquel entonces un partener que no compartía del todo nuestro entusiasmo...y por cierto señor Cahiers despues de levitar escuchando a Vangelis, Mike Oldfield, Pink Floyd y toda esa morralla podía usted haber evolucionado pasando por la música nueva era para terminar placidamente enganchado a la bossa y al jazz como hemos hecho todas las personas educadas que conozco.
Un afectuoso saludo.

El Tirador Solitario dijo...

Gracias, nastnoc; yo creo que todas esas generaciones colindantes hemos sido muy de rock (aunque el Sr. Cahiers siempre me ha tachado de desertor del mismo), pero esas músicas llegaron con una fuerza increíble, y eran, son, fabulosas de escuchar.

Hola, Clementine, a mi me ha pasado que tras un tiempo el tener estas músicas algo olvidadas (yo soy un poco de rachas para oír músicas) al volver a ellas para preparar el post...pues me he dado cuenta que no han envejecido en absoluto, y que son realmente fabulosas de oir (ja,ja, ya veo que no te sorprende el show que líe con mi admirada Teresa). Un abrazo.

Me temo que mis batallitas son algo más antiguas, JLin, ya que mi primer recuerdo de las finales que trasnoché para ver fueron...las de Celtics contra Lakers, menuda época era esa...gracias por pasarte, amigo...

Nada que criticarle Sr. cahiers, pues usted al menos en aquella época oía música, y ahora cuando voy a su casa sólo suenan los graznidos de una extraña ave enjaulada...

Tenga en cuenta el comentario anterior,amiga Novia era yo, y no sea demasiado dura con nuestro apreciado Cahiers, que además ayer me regaló un libro estupendo...

Layna dijo...

Recuerdo esos programas al mediodía en la radio con música new age. Yo me los ponía para estudiar y aunque increíble, me ayudaba a no dormirme a esa hora de las siesta. Me gustan estos post que escribes tan entrañables en los que esbozas escenas familiares, momentos inolvidables que has compartido con tus hermanos/as. Me encanta que además luego ellos se pasen por aquí y te comenten lo que dices. Es genial, es bonito de verdad. Con los días que te voy leyendo creo que sois ¿2 chichas y 2 chicos? Tú, Pepe, la que se casó y otra chica que vivió años en un país centro europeo? así me voy ubicando. Saludos

El Tirador Solitario dijo...

Gracias Layna por tus palabras y me alegra que te gusta el blog, pero creo que acabas de propinar un serio disgusto a Pepe Cahiers al pensar que pudiera ser hermano mío.
Yo tengo tres hermanas, que van apareciendo por aquí, y el Sr. Cahiers y yo somos entrañables amigos desde 2º de BUP, hace ya casi treinta años...
¡Gracias por tus visitas, Layna!.

Pepe Cahiers dijo...

Por cierto se me había olvidado: ¿La avda.Italia un enclave paradisiaco?. Desde luego adorna usted la realidad más que un traje de faralaes. Lo que me faltaba es que, después de compararnos con Abot y Costello o el Gordo y el Flaco, ahora nos tomen por hermanos.

El Tirador Solitario dijo...

Ya sabía que nuestra amiga Layna no era consciente que sus inocentes y bien intencionados comentarios, iban a provocar en el Sr. Cahiers un ataque de su natural simpatía y don de gentes.

Y otra cosa, amigo Cahiers, puede que el piso de la Avda de Italia esté idealizado por mis añoranzas nostálgicas, pero cuando venía de visita (cosa que ocurría casi a diario) no se iba usted ni con agua caliente...

Clementine dijo...

Lo que te faltaba, Cahiers, eso mismo pensé yo...

El Tirador Solitario dijo...

Buenos días, Clementine.

Te puedo asegurar, que cuando leí el comentario de Layna, un escalofrío me recorrio la columna dorsal; incluso temí durante unos minutos que mi teléfono sonará con Pepe Cahiers al otro lado increpándome de forma severa por haber provocado esas interpretaciones erróneas; pero bueno debo admitir que su ira bíblica no ha sido esta vez tan terrible como en ocasiones pretéritas; tenias que haberle visto cuando le gané cierta liga de consola en el FIFA, allá también por 1995. Casi enferma el pobre del disgusto...

Clementine dijo...

Pues entonces añado, lo que te faltaba también a ti, Tirador.
Buenos días tengas tú también.

El Tirador Solitario dijo...

Ja,ja , no problem Clementine; debo confesar que pasado el susto inicial (terrible, eso sí) era divertido pensar en la reacción de ese viejo cascarrabias que es Cahiers...

Layna dijo...

Perdón!!! Sorry!!! Me dejé llevar por la imaginación y junto a mi curiosidad innata me atreví a preguntar en un sitio público como es un blog.... Pido disculpas a Pepe aunque en el fondo no creo que se haya podido ofender por confundir vuestra bonita relación de amistad con una relación fraternal! Es más bien un piropo. Afortunados sois de tener una amistad tan grande desde hace tantos años. Saludos para los dos

El Tirador Solitario dijo...

Ja,ja por favor, Layna, no tienes que disculparte por nada, ¡ha sido muy divertido en realidad!...


Saludos, amiga.

Pepe Cahiers dijo...

No se disculpe amiga Layna, al fin y al cabo sería un honor para el Tirador disponer de un hermano con tanto salero, y no haga caso de la fama de fiera corrupia que por aquí se me otorga.

Clementine dijo...

Di que sí, Cahiers, que yo sé que no eres tan fiera como te pintan. Y saleroso, un rato largo.

El Tirador Solitario dijo...

Sí, vamos, las maracas de Machín que es el niño...

Pepe Cahiers dijo...

Gracias por su apoyo amiga Clementine y al Tirador Solitario, que hoy está ejerciendo como tal, ya lo pillaré y le daré su merecido, por cansino.

El Tirador Solitario dijo...

Dios mío de mi vida, esta noche no duermo, Pepe...

Pepe Cahiers dijo...

Corte usted el rollo que mañana tiene que madrugar y lo que le faltaba es no pegar ojo.

Layna dijo...

¡Pues me quedo más tranquila después de leer que se aceptan mis disculpas!
No os conozco demasiado pero de cascarrabias no os veo a ninguno de los dos, más bien sois entrañables. Cascarrabias lo seremos todos a los 80 años pero ahora aún no!
Gracias por lo de "amiga", amigos.

La Novia era yo. dijo...

Querida Layna:El Señor Cahiers es un grandísimo mala sombra lo que pasa es que usted no lo conoce bien todavía. El Señor Tirador sin embargo esta lleno de encanto y simpatía natural pero supongo que esas cosas nos la otorga la naturaleza y poco podemos hacer la respecto. Y efectivamente el departamento de la Avd. Italia resulta de lo más confortable.
Un cordial saludo a todos.

El Tirador Solitario dijo...

Amiga Novia; no seré yo quien ponga el menor reparo y objeción a sus sabias palabras...

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