sábado, 19 de marzo de 2011

Club de lectura

Cierto día del verano de 2009, recibí una inquietante  llamada telefónica que procedía de San Marcos, (San Marcos, la populosa calle de Motril, no confundir con la Plaza de San Marcos en Venecia); al otro lado del hilo me espetó mi hermana (cantante amateur y especialista en zaherir con garbo al Sr. Cahiers):

- Necesito que me consigas una peli. Si es posible, para este fín de semana.
- ¿De que película se trata?, le pregunté, ya con cierta curiosidad.
- Pues mira, creo que se llama Conociendo a Jane Austen, o algo así y bueno, no tiene mala pinta, parece interesante, a ver si la puedes conseguir...
- No hay problema, sentencié de forma segura.

Dicho y hecho; apenas tres días después ya tenía preparada una copia de muy buena calidad del filme en cuestión. Al probarla me  gustaron los créditos y secuencias iniciales, así que decidí prepararme otro dvd para mi solito.


Conociendo a Jane Austen (Robin Swicord, 2007), no es una obra maestra, ni tan siquiera una gran película. Pero sí es una obra entretenida, con personajes muy cálidos, y que versa sobre algo fabuloso, y es como los libros, la literatura, pueden cambiar la vida de la gente. Yo a eso le llamo los Favourite things, todos los intangibles artísticos que nos salvan la vida, ya sean películas maravillosas, episodios de Expediente X o Frasier, canciones entonadas con gracia y técnica por mis amigas May o Celia Mur, o prodigiosos goles de cabeza firmados por Fernando Llorente.   
Lo importante de la visión de esa película fueron los efectos colaterales que trajo consigo en pocas, pocas jornadas.
De nuevo otra inquietante llamada telefónica, procedente del mismo San Marcos motrileño:

- Mira, ¿qué te parece si hacemos como en la peli y organizamos un club de lectura?
- ¡Espléndido! (a mí siempre me han entusiasmado ese tipo de saraos) ¿Cómo lo preparamos?
- Muy fácil, me respondió. Seremos unos cuantos, tus hermanas, tu santa madre, las dos primas y nuestra tía ¿Que te parece? tu cuñado se queda cuidando a tu sobrino, y los primos consortes a sus niños. Un plan perfecto. 

Sí que tenía buena pinta, así que organizamos una reunión preliminar y organizativa en la casa de nuestra madre. Era el marco idóneo para el evento; una amplia mansión con clásica arquitectura del sur y una zona exterior que es lo mejor de todo, con un patio andaluz coronado con vistosas columnas, soportadas en arcos de medio punto y herradura, y un jardín donde con aires machadianos madura el limonero; pero como no hablo de Sevilla, sino de un enclave singular en toda Europa, también pueden madurar sin ninguna inquietud la guayava, el aguacate, el chirimoyo y la caña de azúcar; y en el jardín que nos ocupa son plátanos los que ofrecen grandes hojas que dan sombra, como si fuera La India o La Martinica, y unos frutos deliciosos, inencontrables en cualquier sitio.
En ese jardín disfruta y juega mi sobrino (como hacía yo a su edad), regando plantas y a cualquier familiar cercano que se ponga a su alcance.
Justo al lado había una alberca, que la modernidad y progreso ha convertido en piscina.Siendo alberca, en ella aprendí a nadar con 6-7 años, y es que hasta el nombre antiguo tenía más encanto...

En ese patio, a una hora prudencial como es las ocho de la tarde, tuvo efecto la reunión preliminar, con todos los miembros del club sentados ante una amplia mesa, con variados y riquísimos aperitivos, limonada fresquísima (mi hermana, la violinista, hace la mejor limonada del mundo; no sé si aprendió ese secreto en los años de Bratislava o durante sus veranos en Bath, de cualquier modo rogaría que luego se pase por los comentarios y nos aclare el misterio)
y siempre cerca esa maravilla que es la cerveza Alhambra, ya sea en su quinto de toda la vida, o en sus variedades Especial o 1925.
Lo primero a decidir era el género y el libro en cuestión, algo fundamental para cualquier club de lectura que se precie. Ya antes de la reunión fui severamente amonestado, con carácter preventivo:
- No pretenderás obligar a la gente a leer algunos de los ensayos que tanto te gustan, tipo Mircea Eliade, René Guénon o algún tratado de alquimia. Me reprendió cualquiera de mis hermanas...

Se pensó en buscar algún texto no muy extenso, para que todo el mundo tuviera tiempo, y entonces apareció la feliz idea de empezar por el teatro; y enseguida estuvimos todos de acuerdo: Si íbamos a empezar por el teatro, ya sabíamos lo que íbamos a leer. 
La Vida es Sueño es una obra que siempre me ha fascinado, desde que la leí siendo un chico de COU en el curso 83-84 (año memorable, el Athletic ganó Liga y Copa, con aquella delantera de ensueño, formada por Dani, Sarabia y Argote).
Pero esa lectura fue la mejor que recuerdo. Mientras iba devorando, entusiasmado los versos de Calderón de la Barca, no hacía sino preguntarme como es posible escribir de esa manera, de esa forma tan sobrenatural,  como se puede escribir tan bien...

¿Qué haré? ¿Más para que estudio
lo que haré, si es evidente
que por más que lo prevenga,
que lo estudie y que lo piense,
en llegando la ocasión
ha de hacer lo que quisiera
el dolor? Porque ninguno 
imperio en sus penas tiene.
Y pues a determinar
lo que ha de hacer no se atreve
el alma, llegue el dolor
hoy a su termino llegue
la pena a su extremo, y salga
de dudas y pareceres
de una vez; pero hasta entonces
¡valedme, cielos, valedme!

Cada vez que leo La vida es sueño me enamoro de Rosaura. ¡Qué mujer!, que determinación, que arrojo, que gallardía, que inteligencia, que encanto...yo quiero una Rosaura para mí...

Aquella reunión del club de lectura, con Calderón de protagonista fue todo un lujo; de nuevo instalados en ese patio, con manjares y delicias, la mejor limonada del mundo y esa cerveza de 1925...y lluvia de ideas sobre la lectura, todos entusiasmados sobre esa maravilla, la mejor obra de teatro de todos los tiempos...
- Hay que ver como es Segismundo, como el pobre no puede controlarse y tira gente por la ventana (ha sufrido mucho el pobre); que hay que ver que papel tan digno y avanzado de las mujeres de la obra; que hay que ver la profundidad filosófica...si hasta ha inspirado el cine de ciencia ficción de los noventa (Desafío total de Paul Verhoeven, ¿no lo recuerdan?).

Dado el éxito, que sorprendió a los organizadores, ya al final de la reunión, decidimos que había que preparar una segunda entrega del club de lectura. Y claro, tras el teatro, le llegaba el turno a la novela. Había que elegir una que se ajustara a ciertos márgenes, así que Guerra y Paz o La Regenta quedaban descartadas.
Yo propuse, que como el club había nacido gracias a Jane Austen, que sus lectoras propusieran alguna de sus obras.
- No es mala idea, pero mira, se me ocurre algo mejor, dijo mi hermana (la cantante de San Marcos):Eugénie Grandet.
- Huy, Balzac es estupendo, tiene mucha, mucha miga, apoyó una de mis primas.
- ¿Está bien esa novela? pregunté.
-Te va a encantar, me respondieron las dos al unísono.

Dado que sólo un tercio de los componentes del club tenía ejemplares del libro en cuestión, me fue encargada la misión de suministrar todos los Balzac al resto de la cuadrilla. Nada difícil; gracias a ese genial invento llamado Iberlibro, en apenas setenta y dos horas ya todos tenían sus novelas, y además a precios de ganga. Yo elegí para mí una edición del diario El Mundo, en su momento parte de una colección de cien novelas, en tapa dura y muy bien traducida, me aseguraban.


Ese miércoles de Agosto, era y debía ser en apariencia un día normal de verano. Tras mi jornada laboral (más reducida, como corresponde a esa estación), me dirigí a casa de mi madre para almorzar. Tras una fresca y variada comida, tomé esa beatífica y reparadora siesta de no más de hora y cuarto, para dirigirme a la piscina y quedar tonificado tras una zambullida ideal.
Me aposenté en la hamaca, puse el móvil en silencio, para evitar llamadas inoportunas y saltándome el prólogo, inicié la lectura.

En ciertas ciudades de provincia hay casas que,
al contemplarlas, inspiran una melancolía igual a
la que provocan los claustros más sombríos, las landas más yermas o las más tristes ruinas. Acaso sea porque en estas casas se encuentran a la vez el silencio de los claustros, la aridez de las landas y la desnudez de las ruinas...

Yo entonces no lo sabía, pero estaba  empezando a leer la novela más fabulosa, el libro mejor escrito, la narración más increíblemente bella que nunca haya caído en mis manos...

34 comentarios:

Layna dijo...

Siempre me han gustado los clubs de lectura. Lástima que me faltaron en mi juventud las hermanas y las primas para llevarla a cabo pero lejos de desmoronarme por falta de compañeras en un club de lectura familiar, me decliné por el club de lectura de la biblioteca municipal. No recuerdo los libros, hace demasiados años, pero fue un experiencia agradable. Ahora ya no se estila tanto lo del Club de lectura, yo hasta pensé no hace mucho de promover un Club de lectura por Internet pero he de reconocer que perdería la calidez del cara a cara y no habría limonada, ni cerveza aunque la lectura compartida si que estaría... Me ha encantado tu post, me encanta ver por un agujero tu feliz vida de juventud en esa casa familiar, grande y tan bien detallada. En mi COU también leí “La vida es sueño” pero no supe apreciarlo como se merecía hasta una segunda lectura ya de adulta. Me anoto "Eugénie Grandet" y te deseo una "Rosaura" para ti. Seguro que en el sur hay mujeres con determinación, arrojo, gallardía, inteligencia y encanto. Bonito post :-)

El Tirador Solitario dijo...

¡Gracias por tu visita, Layna, tienes la pole y me alegra que te haya gustado el artículo!.
Lo de hacer un club de lectura por internet no es mala idea, pero si es verdad que la calidez no es la misma...

Ja,ja, seguramente Rosaura es un arquetipo, quiero decir que mujeres con arrojo, gallardía y todo lo demás hay en cualquier sitio, pero Rosaura como la que describe Calderón...posiblemente sólo existan en el magín de ese genio, y además hablando en verso, como hace mi querida Rosaura...imposible, Layna...

Clementine dijo...

Muy buena idea esa del club de lectura, Tirador. Yo nunca he sido de ninguno, pero sí del Círculo de Lectores...
Y vamos a ver, ¿cómo es que no tienes ya a tu lado a tu querida Rosaura, con la labia que Dios te ha dado? Si seguro que también sabes recitar en verso...

El Tirador Solitario dijo...

Gracias, amiga Clementine.
Y por supuesto que declamo y recito en verso. Para los lances de amor no hay nada como Garcilaso, sus sonetos nunca fallan; ya me dirás, miras a los ojos a una chica y le sueltas:

"En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente,honesto,
con clara luz la tempestad serena"

Claro, hay que recitar con garbo y convicción, pero eso no es problema...

Clementine dijo...

Si ya sabía yo esto, Cyrano...

El Tirador Solitario dijo...

Es que vos es mucho, mucho lista, Milady...

Pepe Cahiers dijo...

No encuentro palabras adecuadas ante su relato.

La Novia era yo. dijo...

Por supuesto que no encuentra palabras adecuadas, estimado señor Cahiers, como no se trata de relatos de gente zombie o de cómo defenderse de un ataque de muertos mutantes...pero nosotros no estamos tan obsesionados por todos esos sórdidos temas, asi que nos complece deleitarnos con relatos mucho más dulces y estimulantes que hacen de nuestras vidas un remoto rincón paradisiaco y confortable...y por cierto si mal no recuerdo también usted se ha zambullido alguna vez en las cálidas aguas de la alberca y tomado algún refrigerio en las zonas exteriores de nuestra casa familiar.
Querido Señor Tirador como siempre sus artículos oportunos y estimulantes.
Un cordial saludo.

Pepe Cahiers dijo...

Hombre ya salió La auténtica y verdadera novia, atacándome sin motivos. Lea exactamente mi comentario. Simplemente digo que no encuentro palabras ante la emoción que me embarga. No sea usted así, mujer.

La Novia era yo. dijo...

En tal caso acepte usted mis disculpas querido señor Cahiers, aunque reconozca que su comentario era un tanto ambiguo y siendo usted una persona tan poco dada al lirismo...

El Tirador Solitario dijo...

Saludos, Sr. Cahiers. Me sabe mal no defenderle desde mi blog, pero claro, usted juega a cierta ambigüedad, y eso me parece una temeridad, estando por aquí cerca La Novia era yo, que no tiene la generosidad infinita que yo suelo dispensarle. Y si es verdad, que habiendo usted disfrutado de las bondades de la Villa San Isidro, en forma de baños en la alberca y luego piscina, y almuerzos/meriendas/cenas tan abundantes y exquisitas se nos haga de nuevas...

Gracias por sus palabras, amiga Novia; y sobre todo, porque usted fue la promotora de ver esa película, y de recomendar esa novela tan prodigiosa...

Pepe Cahiers dijo...

Ya me imaginaba, amigo Tirador, que no me defendería usted. Eso es una obviedad. A usted, Novia, le diría que todos los pro-zombies tenemos nuestro corazoncito. Esto me va a costar una llantera de mil demonios.

El Tirador Solitario dijo...

Sí, vamos, un mar de lagrimas que va a ser La Guarida; lamentos y dolamas, llantos y rechinar de dientes...

Pepe Cahiers dijo...

Plantos, llantos o endechas. Por cierto se me había escapado hacerle una observación. Veo que ultimamente se me acusa en este blog de ser una especie de gorrón, zampabollos de cenas y refrigerios. No soy el único invitado en tales circunstancias y tales gentilezas se las agradezco en lo que valen, sobre todo, a su hermana mayor, porque tanto usted como su querida defensora, como mucho y a regañadientes un vaso de agua y a tu casa.

El Tirador Solitario dijo...

Cierto parecido si tenía usted con Kolenkhov, aquel personaje, ruso blanco exiliado, de Vive como quieras, que siempre llegaba a casa de Lionel Barrymore y preguntaba con marcado acento eslavo aquello de "¿Llego a tiempo para senarr?", mientras sacaba un tenedor de su bolsillo de la chaqueta.

Y convendrá conmigo que hasta que usted no tuvo a bien sentar cabeza y casarse en buena hora, en mis visitas a su guarida debía pasar antes por el Covirán de abajo para adquirir algunas vituallas, si quería hacer más reconfortantes los partidos del FIFA.
Eso sí,con su esposa al mando, eso ya fue otra cosa...

Pepe Cahiers dijo...

Bueno eso que cuenta usted está ciertamente manipulado. Eran ustedes quienes me rogaban imperiosamente que me quedara a cenar, quizás para dar algo de prestigio y color. Esas viandas que usted compraba en el super, pueden referirse a aquellas cortezas rancias que usted solía adquirir con el único objetivo de obtener una sonrisa de aquella cajera tan simpática. Respecto a mi señora, es cierto que le tuvimos a fútbol, mantel, mesa, cena y película durante bastantes sábados.

El Tirador Solitario dijo...

Dios mío de mi vida, así se escribe la Historia...

Si no recuerdo mal, en el supermercado de abajo de su casa, no sólo adquiría los típicos frutos secos, sino anchoas, alcachofas en lata, aceitunas rellenas, bollitos de Viena, u otras delicatessen, amen de cerveza y demás bebidas.
Otra cosa es que aquella cajera, acostumbrada a su proverbial y nula simpatía, cuando me veía llegar, gentil y ocurrente, siempre tuviera el detalle de obsequiarme con algún detalle corporativo.
Y a usted se le llevaban los demonios, y repetía "¡llevo años y años comprando en esa tienda, y nunca han tenido esos detalles conmigo!".

Y por supuesto, las cenas en su casa de primer nivel (una vez más, gracias a su santa esposa),sin olvidar ese ponche Caballero para rematar la jugada...

Clementine dijo...

Os estáis aprovechando los dos de que Kill Bill libra los Domingos.
Que estamos en la biblioteca, por Dios...

El Tirador Solitario dijo...

Los temas colaterales, amiga Celmentine...hemos pasado de Eugénie Grandet, de Rosaura y Garcilaso, a no sé muy bien que...en cualquier caso formas alternativas de enfocar una mañana de domingo.
Ya sabe usted lo que respeto sus artes de esgrima...

Pepe Cahiers dijo...

¿¿¿¿¿Delicatessen?????. Le pasa a usted lo mismo que a José Sacristan en "Viaje a ninguna parte", que se ha creado una realidad inventada paralela a su existencia. Clementine le pido mil disculpas, pero es que el abuelo Cebolleta, perdón, el Tirador desvaría.

natsnoC dijo...

Tirador, con toda sinceridad, me ha encantado el post. Y además has conseguido motivarme para ver una película a pesar de que dices que no destaca especialmente, además de un par de libros que no he leído (tengo el de Balzac en esa edición).

Nunca he ido a un club de lectura aunque sí me he juntado con amigos y hemos hablado de libros y cómics, pero sin haber pactado previamente su lectura.

Por otro lado comentar algo que a lo mejor te parece un pecado, pero no me gusta leer teatro. he leído varias obras y siempre he pensado lo mismo: el teatro se ha escrito para ser representado, leído se pierde mucho.

Y no podía acabar sin decirte que de Alhambra cualquiera, pero sin duda la mejor de las que comentas es la 1925, aunque mi favorita es la "Mezquita", que considero la mejor cerveza elaborada en España (de las que he probado)

Por cierto, señores Tirador y Cahiers, reconozco que me paso muchas veces a ver sus combates tras cada post. Son geniales.

Jlin dijo...

Fíjate que yo siempre he querido organizar un club de lectura de esos y nunca lo he logrado, cada vez que se lo he propuesto a alguien em ha mirado como si fuera idiota, supongo que no he acertado con la gente, pero debe estar bien.
Por cierto, la Alhambra... 1925, sin duda. Excelente. :-)

Jlin dijo...

Por cierto, me encanta eso de que el amigo y propietario del blog, sr Tirador, el bueno de Pepe Cahiers y la dulce Clementine conviertan los comentarios en una suerte de foro particular, es fantástico :-)
Saludos y perdón por la duplicidad al comentar.

El Tirador Solitario dijo...

Amigos nastnoc y Jlin, gracias por pasaros por aquí, además yo sé que sois buenos amantes de la cerveza, y me alegra que os guste nuestra variedad local. Siempre se ha dicho que la Alhambra salía tan rica por el agua de Sierra Nevada, y seguro que eso influye, aparte de que la han trabajado y mucho, en los últimos veinte años.
Y por supuesto me alegra que os haya gustado el post, la verdad es que lo pasamos estupendamente en el Club de lectura, y yo al recordarlo me he vuelto a divertir mucho.
Yo curiosamente, (estando de acuerdo que el teatro es para verlo representado) me pasó una cosa con La vida es sueño, y es que tras leerla de nuevo, me hice con una copia de un viejo Estudio 1 de los años 70, en el que por cierto, Fiorella Faltoyano hacía de Rosaura, y no estando mal, se habían comido tanto texto, que me quedo con la lectura que le hice en ese mes de Agosto.

Y claro, lo que pasa con las visitas de Cahiers, es que como nos conocemos desde hace 200 años, pues es el mismo ambiente que si quedamos para tomar una cerveza (Alhambra, of course); luego se nos une Clementine, pues claro, tengo que sacar la alfombra roja (igual hago cuando viene la buena amiga Layna).

Pues nada, un abrazo, amigos...

Mario Salazar dijo...

Nunca he pertenecido a ningún club de lectura, es una lastima, tampoco he probado la cerveza de la que hablas maravillas, pero son experiencias que aún pueden ocurrir una vez descubiertas, es estimulante leer excelente literatura en grupo para luego querer comentar sobre la lectura, acompañarse de buenas amistades y de un buen licor. Me ha agradado el relato que haces, piscinas, películas y libros, que más se puede pedir, confort del bueno en una amable mansión. Un abrazo.

Mario.

El Tirador Solitario dijo...

Bienvenido, Mario. Y es verdad que los ornamentos a la lectura acompañan y la hacen más grata; y yo en ese Club gocé de la mejor compañía...


Por cierto, Sr. Cahiers, no van a quedar sin respuesta sus últimas palabras, tan poco afortunadas. Se aprovecha usted del aprecio que le tengo; pero recuerde que han tenido que intervenir familiares cercanos cuando han visto sus intenciones aviesas...

Layna dijo...

Leyendo los últimos comentarios no puedo resistirme a comentar que a mi también me parecen de lo más divertidas las conversaciones a 2 o 3 bandas que se improvisan en tu blog con Pepe Cahiers y Clementine. Tu blog se convierte en un foro, en un lugar cálido donde conversar y se demuestra que lo que importa es comunicarse, no el medio.
Por otro lado Tirador Solitario, casi que te están retando a medio organizar un club de lectura porque muchos son los que opinan que lo de leer un grupo el mismo libro y comentarlo después es muy interesante pero que aún no han conseguido participar en ninguno de ellos. ¡Un placer tener una alfombra roja por aquí! Un saludo

El Tirador Solitario dijo...

Muchas gracias, Layna , por aquello de que mi blog se convierte en un sitio cálido, aunque a veces tengo cierto temor de que el Sr. Cahiers me cause algún destrozo en el mobiliario, pero bueno confío que no destroce esa alfombra roja que yo saco con gusto.

Y lo del Club de lectura, por mi causa nunca será no realizar ninguna actividad interesante, el Tirador y su humilde Blog es territorio abierto..

Pepe Cahiers dijo...

Ya se tirador que tiene usted defensores muy cercanos. Me siento como Heracles enfrentándose a la mítica Hidra de Lerna. Bueno, supongo que la función terminó, que mañada hay que madrugar y a otra cosa mariposa.

Music teacher dijo...

Estimado tirador,

Me ha encantado su post, la verdad es que recuerdo con añoranza esos hermosos tiempos del club de lectura, por suerte, guardamos algunas costumbres como la limonada fresquita. Los años en Bratislava y el tiempo en Bath ayudaron a mejorar el sabor de ese refresco, pero la receta siempre se mejora cuando se usa un limón recién cogido del árbol.

Saludos a todos que cada vez somos más.

Clementine dijo...

Saludos para ti también, Capitán Araña. Y sí, podríamos ya formar El Club del Blog. Besos.

La Novia era yo. dijo...

Querida Capitán Araña: menos mal que aparece usted por aquí, lo cierto es que se sigue resistiendo a darnos el secreto de su perfecta limonada y eso ....duele.
Pero en fin....
Y por cierto querido Señor Cahiers, efectivamente he tenido el placer de asistir a algunas de sus cenas en su domicilio (pre nupcias, evidente pues su santa esposa no hubiera permitido tales fechorías) y es cierto que eran especialmente exiguas, claro que visitabamos su morada por el inmenso placer de su compañía que no otra cosa, tampoco somos una panda de desnutridos ya me entiende usted...un fuerte abrazo a todos.

El Tirador Solitario dijo...

Yo ya desesperaba que el capitán Araña apareciera por aquí, menos mal que esta vez no se ha quedado en tierra...no, ya sabe usted, capitán, mi capitán, que mientras me sirva esa deliciosa limonada, no me importa que se guarde la clave secreta, que sigue sin contarnos...

Pues nada, amiga Clementine (sí, amiga pese a todo, usted ya me entiende)vuelvo a reiterar mi disposición para el Club de lectura del blog, es sólo cuestión de organizarlo minimamente, ustedes me dirán...

Novia era yo, es usted tremendamente generosa cuando habla de que las cenas en la época de soltero del Sr. Cahiers eran exiguas; nada de eso, simplemente eran inexistentes...

Clementine dijo...

Bueno, amigo Tirador, a pesar, a pesar. Yo me refería en este caso a un Club de Blogueros Seudónimos (mira, el CBS).
Pero eres tremendamente libre de formar desde aquí los clubs que quieras, faltaría más...

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