
En realidad, esta última aproximación no deja de ser un remake de La rebelión de los simios, cuarta parte de la saga, y que dirigió J. Lee Thompson en 1972.
La primera vez que me topé con esas películas, con ese mundo fascinante, sería allá por 1975, en una de las tardes veraniegas en las que el Coliseo Viñas era el mejor de los sitios posibles, con sus prodigiosas aventuras en sesión continúa. Antes de que proyectaran el largometraje de ese día, nos regalaron el trailer de La rebelión de los simios, cuyo título original era Conquest of the planet of the apes...quedé conmocionado, absorto, ante ese espectáculo...esas masas simiescas que se rebelaban, se levantaban en armas, esa historia de la extinción de perros y gatos...ese tono oscuro, apocalíptico...mucho miedo pasé en esos minutos...
Al poco tiempo, ya empecé a fijarme y comprar tebeos de la Editorial Vértice, que publicaban en España todo el Universo Marvel...me parecía de los más inquietante el subtítulo que encabezaba todos los ejemplares: Historias gráficas para adultos...y entre aventuras de Spiderman, Dan Defensor y la Patrulla X, había toda una serie dedicada a eso simios que tanto miedo me hicieron pasar en el Coliseo...El planeta de los monos, se llamaba la colección, y tenía un encabezamiento siniestro y revelador: Donde el hombre era el rey supremo, ahora mandan las bestias...
La contraportada de las revistas Vértice estaba dedicada a un incipiente merchandising, con camisetas, posters, muñecos articulados de los héroes de sus publicaciones; así entre los más conocidos se hacía referencia a un soldado simio, que podía adquirirse en cualquiera de sus variables...en teoría, porque yo intenté en su momento adquirir una camiseta con la imagen estampada, nada menos que del hijo de Odín, el gran Thor, y lo único que recibí meses más tarde fue una carta de la Editorial en la que se excusaban, ya que se les habían agotado las camisetas, y que volviera a realizar el pedido pasados unos meses...
Pero el gran acontecimiento estaba ya cercano...en la temporada 1976-77, se estrenó en TVE un extraordinario programa, que respondía al nombre de Sábado Cine, y que en esa primera etapa estuvo dirigido y presentado por Manuel Martín Ferrand. Antes de la proyección del film de la semana se realizaba una breve introducción, y tras finalizar, se comentaban algunos aspectos de la misma...además contaba con un curioso y novedoso formato de colaboración multimedia, y es que mientras se emitía la película, por Radio Nacional se podía seguir el audio de la cinta, acompañado de comentarios...si se dan cuentan, lo mismo que se ofrece hoy en día en los extras de los dvd´s...
Pues bien, en la primavera de 1977 se proyectó en ese espacio El planeta de los simios...imagínense lo que fue aquello...e imagínense lo que supone ver por primera vez ese final, ese Charlton Heston destrozado en la playa de Manhattan, ante esa escalofriante visión de la Estatua de la Libertad semienterrada...

Al año siguiente, el regalo que nos tenía preparados TVE era nada menos que la serie que se realizó basada en la película...en esos episodios, se narra la peripecias de los astronautas, que intentan encontrar la caja negra de su nave, y poder viajar en el tiempo a la inversa, para volver a un planeta donde los primates sólo mostrarían su presencia en selvas o parques zoológicos.

Ya en años posteriores, fue emitida toda la saga cinematográfica...aunque la calidad no era ni por asomo la de 1968, no dejaban de tener esas películas un encanto extraordinario...toda esa historia en espiral, que concluye de forma, considero más que notable, en la última entrega La conquista del planeta de los simios, y que no deja de ser un brillante ejercicio de serie B...así que no podían sino parecerme acertadísimos, los comentarios elogiosos que en esa línea ha manifestado en más de una ocasión, un crítico de la categoría de Miguel Marías.
Por ello gocé sobremanera cuando en 1999, editaron un estupendo pack en VHS, con los cinco filmes al completo...además se preparaba para 2001,nada menos que un remake de la gran obra, de la pieza maestra, y el director elegido sería el prestigioso Tim Burton, autor de obras tan estimables como Ed Wood o Sleepy Hollow...infeliz de mí...
Todavía recuerdo la cara de estupefacción, asombro, (befa, mofa y escarnio, que diría Ibáñez) que se me quedó tras la contemplación de aquella soberana tomadura de pelo...una película que arranca relativamente bien, para paulatinamente ir perdiendo fuelle, y caer en el más espantoso de los ridículos, con un final que ningún productor que se precie habría consentido ni en sueños...


Y nos encontramos de nuevo a las puertas de un nuevo estreno, de un nuevo acontecimiento simio. Para calentar el ambiente me he dado el capricho de adquirir toda la saga en dvd, teniendo aún el susto en el cuerpo, y el temor que pueda repetirse el penoso incidente Burton, pero con la esperanza de que la aproximación de Rupert Wyatt esté a la altura de lo que merecen esas historias, ese mundo irreal, fantástico, que entronca con nuestras pesadillas más profundas...el hombre a merced de las bestias...que confío que sean ensoñaciones y no sutiles proyecciones o recuerdos del futuro...